
Historias Surrealistas/Javier Velázquez Flores
Benditas platicas
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Pero antes un prólogo afable:
“Es bueno leer chistes divertidos de vez en cuando; gracias por
los de hoy, que leí a la carrera y a pesar de mi ardua talacha para
chulear la casa y recibir a mis hermanos el día 31.
Además otras de tus Nubes me pusieron a leer un buen rato y
muy libremente sobre los temas del Nuevo Testamento, en particular
sobre la virginidad de María, los hermanos de Jesús, las muchas
traducciones y versiones de la Biblia y los evangelios tanto
«canónicos», como «apócrifos».
Y, como casi siempre que leo algo, me quedé con algunas
respuestas o aclaraciones, y muchas nuevas preguntas. José Antonio
Aspiros Villagómez. Salud”.
También la arquitecto y secretaria general de colonos de
Satélite, doña Yolanda Gómez Cobian, nos dice: Me encantó , este
Evangelio. Gracias.
Y el consejo que viene después”.
Seguramente se refiere a este:
“Nosotros, yo primera persona, somos creyentes, practicantes
pero, lo he confesado y lo hago públicamente, no fanático.
Como a ti y a la poeta Yola les sucede querido José Antonio, a
nosotros también.
Nuestra fe nos hace inteligentes y aceptamos, sin chistar, el
dogma de nuestro credo, religión. Yo. CRG.
También invocamos a otra escitora y responde gentil. Sobre otro
tema, de la que es experta:
Doña Norma Vázquez Alanís confirma que Hernán Cortés fue el
primer promotor del arte prehispánico.
El doctor en Historia por la Universidad Sorbona de París,
Christian Duverger, presentó un extenso panorama del siglo XVI en el
contexto de la primera globalización que ocurrió en 1521 con la
llegada de los españoles a tierras continentales y la caída de
Tenochtitlan a manos de Hernán Cortés.
En la conferencia que dictó de manera virtual convocado por el
Centro de Estudios de Historia de México (CEHM) dentro del ciclo ‘De
siglos y centenarios’.
La intención de esta charla titulada ‘1521. El siglo de la
conquista’, dijo el catedrático e investigador, “es no solamente
concentrarme sobre la historia de México, sino plantear un escenario
de ese periodo en el plano internacional, es decir, qué sucedía en ese
mismo tiempo en otras partes del orbe”.
Comenzó con la cita de dos eventos que tuvieron lugar en
octubre de 1520, un año antes de la caída de Tenochtitlan. Uno fue la
primera exhibición de arte prehispánico en el Palacio Municipal de
Bruselas, Bélgica, y otro la coronación de Carlos V en Aquisgrán,
Alemania.
Esa muestra fue montada por Guillaume de Croy, consejero de
juventud de Carlos V, quien entendió lo que significaba el envío hecho
por Hernán Cortés al rey, de los regalos recibidos de Moctezuma y del
cacique de Zempoala, conformados por numerosos objetos de arte, y
tuvo la convicción de presentar el tesoro en Bruselas al momento de la
coronación de Carlos V en Aquisgrán, Alemania.
Recordó que cuando Cortés llegó a Veracruz, los señores de los
reinos locales le hicieron obsequios y él no los distribuyó entre su
tropa, sino que los conservó bajo la forma de regalo y los mandó al rey
Carlos V.
Cortés, al que conocemos como el bárbaro vencedor de
Tenochtitlan, tuvo la idea de demostrar a Carlos V que México era una
civilización de cultura, que tenía sus artistas y artesanos; no solamente
había oro, también plumas, trabajo de tipo artístico, además de que en
los presentes de Moctezuma había libros, esos códices que a veces
se han podido considerar como elementos figurativos, pero que en
realidad son absolutamente escritura, explicó Duverger.
En este sentido, Cortés fue el primer promotor del arte
prehispánico.
Al momento de la exposición en Bruselas, Cortés estaba en
Tepeaca después de la “noche triste”, era un vencido, había sido
expulsado de la ciudad de México en condiciones difíciles y salió hasta
Tlaxcala, donde los nativos negociaron su apoyo futuro a cambio de
librar una batalla en Tepeaca; ahí, a finales del mes de octubre Cortés
se aisló en una choza para escribir la segunda Carta de Relación, la
cual es una especie de testamento, porque seguramente no tenía
ninguna seguridad en relación con el futuro.
A juicio de Duverger, se trata de un texto de amor a México en el
que demuestra su admiración por los indígenas y su cultura.
Esa Carta de Relación, publicada en 1522 en Sevilla, de
inmediato fue un éxito de la imprenta, al grado de que se hicieron 12
impresiones en cinco años y con traducción al latín, al flamenco, al
francés y al italiano; fue una especie de ‘boom’ internacional y Cortés
se volvió un autor famoso por la empatía que mostraba en relación con
su conquista.
La fama de Cortés fue tan evidente que enojó mucho al rey de
España, quien en 1527 censuró la obra y prohibió tanto su edición
como la posesión de los libros del conquistador; el precepto fue
totalmente observado y se quemaron en plazas públicas los
ejemplares disponibles.
El proyecto de Cortés no era militar, quería
integración al mundo mesoamericano
Según el análisis del doctor Duverger, Cortés no quería ver la
repetición del caso dramático de Cuba y Santo Domingo en tierra
continental, lo cual le obligó a pensar en un escenario alternativo como
fue el mestizaje.
Cortés llegó con la idea del mestizaje, que era la dinámica en el
mundo prehispánico mesoamericano, completamente sedentario, pues
estaba habitado por agricultores en ciudades establecidas llamadas
altépetl en náhuatl, unidas por caminos que permitieron la circulación
en Mesoamérica y durante 25 siglos la entrada a grupos nómadas -los
chichimecas- al mundo de los sedentarios.
Explicó el conferenciante que siempre había un rito de
aceptación, se hacía una ofrenda de mujeres por parte del cacique del
altépetl para que las tomaran como esposas, como una incitación para
los recién llegados a quedarse, con la esperanza de un mestizaje
positivo.
Esta fue una práctica que constituyó la mecánica de la evolución
en Mesoamérica, y por eso Cortés decidió entrar en la región
prácticamente sin armas.
“Cuando estudiamos alguna parte de los documentos, vemos
que la tropa, los 500 hombres que iba a reunir para su expedición en
México, se preguntaban por qué no llevaban armas, así que de
manera muy simbólica carga con un pequeño cañón y alrededor de 15
arcabuces -un instrumento muy primitivo e inadecuado para el tipo de
campaña que se suponía iba a hacer Cortés-.Sin embargo, con lanzas
y espadas fue suficiente”, explicó Duverger.
La idea de Cortés funcionó, porque cuando llegaron a Centla
hubo una primera batalla -uno de los pocos combates de Cortés- y
después pactó con los caciques locales.
Entonces recibió como ofrenda 20 mujeres entre las cuales iba la
famosa Malitzin, y eso es exactamente lo que esperaba Cortés: recibir
una posibilidad de integración en el mundo mesoamericano.
Los grupos indígenas aliados y Narváez,
factores de violencia
Así, Cortés quiso jugar este papel de la integración, dijo el
ponente, quien pidió entender que el propósito “digamos que pacifico
del mestizaje”, evolucionó dos años después hacia una violencia feroz
en el sitio y batalla de Tenochtitlan, que realmente fue una guerra con
muchos muertos y con mucha sangre derramada.
Eso fue así, por las presiones de los aliados indígenas de Cortés
(de Zempoala, Tlaxcala, Cholula, Huejotzingo, etcétera) y por la
llegada de Pánfilo de Narváez, enviado por el gobernador de Cuba,
Diego de Velázquez, para imponer la política de colonización.
Por eso traía caballos y armas de guerra, y muchos de los
integrantes de su tropa llegaron con sus esposas e hijos, y eso cambió
la perspectiva porque la integración con los chichimecas se hacía a
través del matrimonio con las indígenas del lugar.
Entonces, importar españoles con su familia era una alteración
de la perspectiva, lo cual complicó mucho la situación de Cortés.
En el análisis del historiador Duverger, se trató de una especie
de manipulación por parte de los grupos indígenas que utilizaron la
presencia de Cortés para hacer simplemente la guerra.
En este sentido, al hacer una lectura final de los textos del militar
español, resulta que quiso hacer una guerra de tipo indígena.
Por ejemplo, su obsesión en la batalla de Tenochtitlan era subir al
Templo Mayor y apoderarse de él, porque en el sistema
simbólico prehispánico la conquista se hacía a través de la toma del
templo principal. Por eso en todos los códices está el símbolo de la
conquista con un templo derrocado con una flecha y una voluta de
humo que representa el fuego; Cortés quería entrar hasta el zócalo
para cristalizar su victoria a través de ese simbolismo indígena.
Finalmente, el 13 den agosto de 1521 se rindió Cuauhtémoc, y
con su tropa no muy numerosa Cortés se apoderó de la ciudad. Sin
embargo, a partir de este momento no comenzó una historia lineal; a
veces se describe la caída de Tenochtitlan como una especie de inicio
inexorable de colonización hispánica, pero hay mucho que ponderar
en todo eso porque los hechos indican otra cosa.
España no sabía qué tipo de gestión aplicar a la administración
de América e intentó varias como nombrar a Cortés capitán general y
justicia mayor; después se integró una Audiencia y finalmente se
aplicó la idea de la privatización de la tierra, o sea el marquesado,
pero siempre hubo discusiones en
España sobre la manera de hacer la gestión de la Nueva
España, precisó el conferenciante.
Mañana, el resto.
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