Abanico
Lo oficial y la historia
Debemos agradecer al abogado Jorge Alberto Ravelo Reyes compartir el Diario Oficial de la secretaría de Gobernación y al Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México que nos señala que 16 de enero es aniversario del nacimiento de Mariano Escobedo.
Y luego de la leyenda oficial, un recado y un artículo histórico del maestro José Antonio Aspiros Villagómez.
Veamos primero la razón del nombre a una gran avenida en la Ciudad de México.
En 1826 México se había constituido en una República federal y gobernaba Guadalupe Victoria, como primer presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Mariano Antonio Guadalupe Escobedo de la Peña nació el 16 de enero de 1826, en la villa de San Pablo de los Labradores, actual municipio de Galeana, Nuevo León.
Durante su juventud se dedicó a la agricultura, el comercio y la arriería.
A los 20 años, en 1846, se alistó como soldado en la Guardia Nacional para combatir a los invasores estadounidenses; participó en varias acciones de guerra, entre ellas la batalla de la Angostura, el 22 y 23 de febrero de 1847.
Al término de la guerra, Escobedo se retiró a la vida privada, pero al estallar la Revolución de Ayutla, en marzo de 1854, se sumó al liberalismo, organizando una compañía en su villa natal, que comandó con el grado de capitán e incorporó a las fuerzas de Santiago Vidaurri.
Tras el derrocamiento del dictador Antonio López de Santa Anna, Escobedo continuó en el servicio de las armas.
Durante la Guerra de Reforma peleó en el bando liberal, distinguiéndose en varias acciones, por las que ascendió al grado de coronel.
Participó en la defensa de la República contra la Intervención Francesa y por su actuación en la batalla de Cinco de Mayo de 1862, fue ascendido a general de brigada.
Hacia 1865, Escobedo era reconocido como uno de los jefes militares más importantes del bando republicano, por lo que Benito Juárez lo nombró comandante en jefe del Ejército del Norte y gobernador del Estado de Nuevo León.
En el verano de 1866, las fuerzas de Escobedo controlaron los estados del noreste, obligando a replegarse a las tropas imperialistas de Maximiliano de Habsburgo. Escobedo ocupó San Luis Potosí e informó al gobierno juarista que en Querétaro se habían concentrado el emperador y sus principales generales.
Sobre esta ciudad confluyeron los principales ejércitos republicanos.
Escobedo fue nombrado comandante supremo de los mismos, obteniendo la victoria definitiva tras dos meses de sitio, el 15 de mayo de 1867.
En señal de rendición, recibió en manos la espada del emperador Maximiliano. Al triunfo de la República, Escobedo alternó su actuación entre la política y el ejército, ocupando la presidencia de la Suprema Corte Militar, la gubernatura de San Luis Potosí y fungiendo como senador por Nuevo León.
Se desempeñaba como Ministro de Guerra en 1876, cuando Porfirio Díaz se levantó en armas por el Plan de Tuxtepec.
En 1877, con el triunfo de Díaz, el general neoleonés se exilió en Nueva York, Estados Unidos. Mariano Escobedo encabezó sin éxito dos rebeliones contra Díaz, en 1878 y 1879.
En 1902 fungió como diputado al Congreso general, cargo que ocupaba cuando ocurrió su muerte, el 22 de mayo de 1902, en la ciudad de México.
La Cámara de Diputados suspendió sesiones tres días y se le rindieron homenajes póstumos.
Dos días después de su muerte fue inhumado en la actual Rotonda de las Personas Ilustres.
Día de fiesta y solemne para la Nación. La Bandera Nacional deberá izarse a toda asta.
El mensaje:
“Estimado amigo:
Tal como sugieres en tus Nubes de este viernes, le mando las gracias a doña Rosa María Campos, aunque sin saber a qué «actitud» te refieres.
En cuanto a los ocho regalos de la lista, todos son muy valiosos y hablan bien de las personas que los dan, pero como todo en la vida, son relativos.
Por ejemplo, el # 2 sobre los besos y apapachos es algo imposible y hasta prohibido en la actualidad por culpa del ómicron, ese bicho al que muchos distraídos se refieren como omicrón (hacen aguda una palabra esdrújula).
Veo complicado hacer un favor todos los días (regalo # 6), sino sólo cuando se ofrece, sobre todo ahora que la pandemia nos tiene encerrados. En todo caso, hago a los demás el favor de no salir, y con ello sí cumplo con el favor # 7, el de la soledad, tan valiosa como es cuando leemos, escribimos o hacemos el presupuesto de la quincena (estirar el billete).
Ah, y el regalo # 1, escuchar, no vale para quienes ni siquiera podemos ya oír bien. Mejor que me lo escriban, y así cumplen con el regalo # 4.
En fin, todos muy certeros, pero en su momento y circunstancias; gracias por compartirlos.
Salud”.
Además, en sus Textos en libertad José Antonio Aspiros Villagómez nos explica que la Cuarta Transformación publica su libro de historia.
Leamos detalles:
En 2010, cuando gobernaba el país Felipe Calderón, como parte de las celebraciones del bicentenario del Grito de Dolores y el centenario del inicio de la Revolución, el Gobierno Federal obsequió a las familias el libro Álbum de historia de México, de don Luis González y González (1925-2003), retitulado Viaje por la historia de México y editado por la Secretaría de Educación Pública.
Lo leímos, por supuesto, y conservamos la Bandera Nacional que también mandaron por correo.
En 2022, una nueva obra del mismo tema y origen gubernamental ha llegado a nuestras manos, esta vez en versión digital y a la espera de que el Fondo de Cultura Económica ponga a la venta diez mil de los 120 mil ejemplares editados con una lujosa presentación y con destino a los maestros de enseñanza secundaria.
Se trata de México. Grandeza y diversidad (INAH, 2021), un volumen de 481 páginas con magníficas reproducciones de pinturas y fotografías sobre temas históricos y 20 capítulos que, incluida la introducción, abarcan desde que comenzó a poblarse el actual territorio nacional hace 14 mil años en el Pleistoceno, hasta las elecciones presidenciales de 2018 y las primeras acciones del sexenio 2018-2024.
En la Introducción, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto Hernández, asegura que “se trata de un libro histórico y antropológico, pero no es una historia oficial; porque en una sociedad democrática y plural no hay historias oficiales”.
Y en el capítulo XX, que es una extensa crónica alusiva al gobierno actual titulada ‘Una nueva esperanza’, su autor Armando Bartra dice que ésta, “que se ha denominado ‘cuarta transformación’, como cualquier cambio social está acompañada de mucha incertidumbre, dudas, acechanzas.
Y por supuesto, reacciones de los grupos de interés que han visto disminuir sus privilegios, prebendas y márgenes para el provecho ilícito”.
También advierte que “si el Gobierno de (Andrés Manuel) López Obrador inauguró o no una nueva época en la historia de México, el tiempo lo dirá”.
Es decir, la historia no puede ocuparse de lo actual, pero sí, como es el caso, se le puede dar un uso político, no obstante que el antropólogo Diego Prieto aclara que cada uno de los más de 30 especialistas de diversas disciplinas e instituciones (UNAM, UAM, INEHRM, INAH, UAQ, etcétera) que escribieron los capítulos, “se hace cargo de sus planteamientos y afirmaciones, y no tiene que coincidir con las opiniones o enfoques de los otros”.
También indica en su introducción, que México. Grandeza y diversidad es un libro ideado para “pensar” a México como un país con una “gran memoria y reserva de saberes para sobrevivir en tiempos difíciles, cerrar filas, solidarizarnos y redoblar esfuerzos en situaciones de riesgo”.
Otros coautores revisan los sexenios previos al actual, y hay que darles lectura cuidadosa para conocer su enfoque, ya que los del llamado período neoliberal han sido muy cuestionados por el presidente quien, por cierto, es autor de libros que se citan tanto en la bibliografía recomendada, como -con textos extractados- en el capítulo referido a él.
El uso político de la historia ha estado por mucho tiempo a debate, tal vez desde que se publicó la primera obra considerada como “historia oficial”, México a través de los siglos, y el propio López Obrador dijo el 22 de julio pasado -según la nota de la agencia Apro- que “la mejor definición de política, al menos la que me parece más acertada, es que la política es hacer historia”.
Y remató: “¿Cómo la política sin la historia? ¿Qué no decía el maestro Cicerón que la historia era la maestra de la vida?
Sin embargo, cualquiera que sea la postura de los lectores con respecto al gobierno actual, nos parece que no por el origen gubernamental del libro ni por lo que diga del presidente, debe desdeñarse su lectura, ya que abarca esos 14 mil años mencionados.
Y todo lo relacionado con la prehistoria, la arqueología y la historia es también producto de investigaciones muy documentadas, y los textos se ven enriquecidos con tablas e ilustraciones que ayudan a una mejor captación de su contenido.
México. Grandeza y diversidad se puede descargar en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/692328/mexico_grandeza_y_diversidad_13ene22.pdf.
Su presentación tuvo lugar el 13 de enero en Palacio Nacional, durante la habitual conferencia de prensa matutina.