Abanico
Los niños genio
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Como hoy está de moda hablar de la educación y de los niños genio, ya surgió otro en SLP, nos atrevemos, en apoyo, a prologar un elocuente y sabio comentario de la sicóloga, maestra, poeta y escritora doña Rosa Chávez Cárdenas. Lo mejor es invocar al compositor Francisco Gabilondo Soler. Y quién es ese señor nos pregunta don José Antonio Aspiros Villagómez. Es “Cri-cri, el grillito cantor”, autor de numerosas canciones infantiles, entre ellas “La Marcha de las Letras”: “Que dejen toditos los libros abiertos ha sido la orden que dio el general. Que todos los niños estén muy atentos, las cinco vocales van a desfilar. Primero veras que pasa la “A”, con sus dos patitas muy abiertas al marchar. Ahí viene la “E”. Alza los pies. El palo de en medio es más chico como ves. Aquí está la “I”, la sigue la “O”, una es flaca y otra gorda porque ya comió. Y luego hasta atrás llegó la “U”, como la cuerda con que siempre saltas tú”. Así empezamos todos nuestros estudios. Ahora regresamos al artículo, justo, que nos comparte la doctora Castro Cárdenas, al que ella calificó de “Los niños genio”:
Nos dice:
“La noticia corrió por los medios, un niño de 12 años fue aceptado en la UNAM para estudiar licenciatura de física biomédica. Con tanta entrevista el niño se siente autoridad en el tema de educación, y se atreve a decir que el sistema educativo está “caduco”. Agrega que tiene un rezago de 20 años, destaca que los maestros están aburridos de impartir las mismas materias y por eso los niños no tienen el mismo desempeño. Da varias recomendaciones, y como todo un experto tiene la fórmula para que este país, resuelva el rezago en educación. Como Psicóloga, me causa preocupación que lo tomen como modelo. Su lenguaje no verbal no me convence. Dicen que es un genio, al nivel de los adultos y aparece en las entrevistas de prensa con un mono de peluche, su sonrisa, las respuestas estudiadas, aclara que no es un genio, solo es un niño feliz. Las habilidades cognitivas por más que quieran opinar lo contrario se adquiere con los años, el cerebro tiene un proceso de maduración que lleva años, la nutrición, la estimulación a través de la comunicación y el juego, influyen en las conexiones neuronales. En nuestro país cansamos a los niños, cuando la madre trabaja el bebé ingresa a la guardería, posteriormente al preescolar a los tres años y a la primaria a los seis.
En Finlandia que es un referente de la educación, inician a los siete años, no antes. El decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, Jari Lavonen, afirmó que no hay necesidad que los niños ingresen antes de los siete años a la escuela: “la niñez es para jugar, para hacer cosas con otros, para colaborar, no para ser educado de una forma reglada y pesada”. Hace años se publicó el caso de Justin, por ambición de su obsesiva madre, a los siete años ya estaba en la universidad, a los nueve lo internaron en un psiquiátrico, golpeaba su cabeza intentando suicidarse, la madre argumentaba que lo hizo por el bien de su hijo. El hecho de preocuparse solo de la inteligencia puede generar graves problemas en el ámbito emocional. Las escuelas y muchos padres exigen a los niños la perfección, para presumirlos. En cuanto a conocimientos se distinguen tres tipos de niños: el talentoso, el superdotado y el genio. El talentoso es el que tiene nivel alto en un área determinada, por ejemplo, un deportista que con la disciplina se vuelve un campeón, pero, es ordinario en otras áreas. El superdotado, domina las inteligencias múltiples. El niño genio, es el que escapa a todas las escalas. Einstein, por ejemplo, tuvo dificultades de aprendizaje, de manera que fue autodidacta. Cuidado, también hay delincuentes que utilizan la inteligencia para lograr objetivos destructivos como Hitler. Otros se enfocan en el enriquecimiento con los bienes ajenos y cometen fraudes. Los niños genios, no nacen se hacen, la inteligencia no depende de los genes como se creía antes. El paradigma de la inteligencia hereditaria ha perdido vigencia. Los atributos que se cultivan dependen en parte de los genes, aunado al ambiente que los rodea.
La inteligencia, la personalidad y las habilidades están determinadas por la disciplina y la motivación. Lo de innato y los test como el IQ ya no tienen la importancia como antes, desde que se descubrieron las inteligencias múltiples. El cerebro se adapta o se perfecciona de acuerdo a lo que se le exige o motiva. Todos los niños tienen diferente tipo de potencial. Cuando tienen dificultades de aprendizaje o alguna discapacidad necesitan ayuda, motivación. Las consecuencias por ambición de los padres de tener un hijo genio o famoso, son graves, y en la vida adulta presentan neurosis y hasta psicosis. La INICEF debería tomar cartas en el asunto y no permitir que los niños ingresen a la universidad hasta que cumplan con los procesos de la edad. Imaginemos a un médico de 16 años practicar cirugía a un Ministro de la Suprema Corte, por ejemplo”. Concluye ella. Después de considerar sus razones, dimos un aplauso respetuoso.