El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Los tres filtros
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Debemos, los que escribimos, hablamos o presumimos de la lectura, pasar por estos tres filtros de la sabiduría: Las personas sabias hablan sobre ideas. Las personas comunes hablan sobre cosas… y los mediocres hablan sobre personas” – Cierto día, un hombre fue en busca de un sabio y le dijo: – Maestro, necesito contarle lo que me dijeron acerca de una persona… Antes de que pudiera empezar a contar nada, el maestro, en su infinita sabiduría, le pregunta al hombre: – Espera. ¿Lo que me vas a contar ha pasado los «Tres filtros de la sabiduría»?
– ¿De qué hablas, señor?, respondió el hombre. – Escucha con atención: todo lo que te digan de otra persona ha de pasar antes por los tres filtros de la sabiduría. El primero el de la VERDAD. Entonces te pregunto: ¿estás seguro de que lo que te contaron es realmente la verdad? El hombre respondió:
– Bueno, no estoy seguro, pero fue lo que me contaron…
El maestro continúa: – Entonces, si no tienes esa certeza, tus palabras ya se filtran por los agujeros del primer filtro. Y pasamos al segundo, que es el filtro de la BONDAD. Y te pregunto: ¿te gustaría que dijeran de ti lo mismo que tienes que contarme?
– ¡De ninguna manera, maestro! ¡Claro que no! – Entonces tu historia acaba de pasar por los agujeros del segundo filtro. Y pasa al tercer y último, que es el de la NECESIDAD. Y te hago la siguiente pregunta: ¿crees que es necesario contarme esa historia? ¿Resolverá algo? ¿Ayudará a alguien? ¿Va a mejorar algo? -Realmente, maestro, si pienso con la luz de la razón, no hay necesidad de ello. Y el sabio, con una sonrisa benevolente, concluye: – Si lo que tienes que decirme no es verdadero, no es bueno o necesario a nadie, es mejor que te lo guardes solo para ti.
– Ahora lo entiendo, sabio maestro. Sólo las buenas palabras tendrán camino en mi boca.
– Si practicas esos principios, tú también serás un sabio.