Teléfono rojo/José Ureña
Qué es la riqueza
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Esto es: Aprovechar la oportunidad pero… no olvidarse de lo importante. Que cosa extraña es el hombre: nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere.
Lo que nos recuerda la leyenda de una mujer muy pobre con un niño en los brazos que al pasar delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que le dijo: Entra y toma todo lo que desees pero, cuando salgas, la puerta de la cueva se cerrará para siempre.
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el suelo y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente: Te quedan unos cuantos minutos más. Agotado el tiempo, la mujer cargada de oro y piedras preciosas corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró. Recordó, entonces, que el niño se quedó adentro y la puerta estaba cerrada para siempre. Su riqueza duró poco y la desesperación… ¡para el resto de su vida!
¡No te olvides de lo importante!
Nunca hay que olvidar que la vida pasa rápido y que la muerte llega inesperadamente, y que cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones.
Ahora piensa por un momento qué es lo principal en tu vida. ¿Merece la pena tu tiempo y esfuerzo? No midas tu riqueza por el dinero que tienes, mide tu riqueza por aquellas cosas que no cambiarías por dinero. A dos grupos de personas se les preguntó: ¿qué es la riqueza?
El primer grupo contestó de la siguiente manera:
Un arquitecto: tener proyectos que me permitan ganar mucho dinero.
El ingeniero: desarrollar sistemas que sean útiles y muy bien pagados.
Un abogado: tener muchos casos que dejen buenas ganancias y tener un coche deportivo.
El médico: tener numerosos pacientes y poder comprar una casa grande y bonita.
Un gerente: tener la empresa en niveles de ganancia altos y crecientes.
Y el atleta: ganar fama y reconocimiento mundial.
El segundo grupo contestó lo siguiente:
Preso de por vida: caminar libre por las calles.
Ciego: ver la luz del sol y a la gente que quiero.
Sordo: escuchar el sonido del viento y cuando me hablan.
Mudo: poder decir a las personas cuánto las amo.
Inválido: correr en una mañana soleada.
Persona con una enfermedad terminal: poder vivir un día más.
Y, por último a un huérfano: poder tener a mi mamá, mi papá, mis hermanos, y mi propia familia.
Cuál sería nuestra respuesta. Ser tu amigo.