Libros de ayer y hoy
Échate otro taco
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Deseo, disciplina y decisión. Son las tres D, para nuestra salud. Y de nuestros hijos.
Hoy en día, con la vida rápida que llevamos, se ha hecho costumbre pedir comida a domicilio o comprarla preparada, repleta de sodio, conservadores y saborizantes artificiales.
Las tortillas, el alimento principal en México, ya no tiene la fibra y nutrientes. Le quitan el aceite de maíz, el germen y lo venden aparte. Solo contienen harina de maíz.
Refrescos, jugos y comida chatarra fuera. Solo aumenta la obesidad infantil.
Obreros y albañiles compran la torta y el refresco en la calle, por lo menos se llevan la mitad de su salario. Inviertan en su salud.
Veamos qué nos dice al respecto una especialista, la doctora Rosa Chávez Cárdenas.
La mayoría de la población pertenece al nivel socioeconómico bajo, de manera que sufren factores que los vuelven más vulnerables de padecer desnutrición y obesidad.
Los niños además sufren métodos de crianza violentos, 6 de cada 10, reciben: golpes, insultos, abuso sexual, además se ha incrementado de manera alarmante el embarazo en las niñas a muy temprana edad.
La obesidad tiene una etiología multifactorial y va relacionada con los estilos de vida.
Por increíble que parezca el problema de la obesidad es democrático, no es privativo de la pobreza, también se presenta en la abundancia.
La causa fundamental es el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico.
El cambio en la dieta mundial ha traído grandes consecuencias, el aumento de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas, sodio y azúcares, escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables.
Otro factor importante es la disminución de la actividad física debido a la tecnología que nos volvió sedentarios, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización.
Cuando era niña caminaba a la escuela, no había riesgos como hoy en día, el peligro que sufríamos era abuso sexual, un tema del que no se hablaba.
En mi labor como psicóloga, he atendido a hombres y mujeres que sufrieron abuso sexual de niños y han guardado el trauma toda su vida con el esfuerzo de esconder el secreto.
Sin duda, sufren las consecuencias: depresión, ansiedad, apatía, entre otros factores mentales y sociales, la obesidad es consecuencia, es una medida de protección para mantener distancia.
La OMS reconoce que el incremento de la obesidad se debe a los cambios sociales: dieta malsana y escaza actividad física, el desarrollo social, económico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación, distribución y comercialización de los alimentos.
Los niños y adolescentes no pueden elegir el entorno en el que viven ni los alimentos que consumen, de manera que no tienen capacidad para comprender las consecuencias a largo plazo. Estadísticas demuestran que, en México, ha habido un aumento dramático de sobrepeso y obesidad de un 40 por ciento en los niños entre 5 y 11 años y 26% de los niños en edad escolar presentan sobrepeso.
En las investigaciones han identificado trastornos depresivos, ansiosos, insatisfacción con su imagen corporal y baja autoestima en los niños obesos.
La Universidad Rochester Medical Center recomienda. *Ofrecer opciones: especialmente frutas; motivarlos a que ellos las preparen, galletas horneadas en casa. Ejercicio.
Los niños necesitan al menos 60 minutos de actividad física vigorosa todos los días.
En las escuelas dan prioridad a las materias teóricas y dejan de lado el ejercicio físico.
Disfruten paseos en familia, salgan en bicicleta, bailen, alienten el deporte con la familia y amigos.
En Finlandia con tan pocos días sin nieve disfrutan el campo, hacen dinámicas para aprender matemáticas, además, les enseñan actividades para la vida como preparar sus alimentos.
*Cocinen en casa, disfruten preparar los alimentos en familia, que lo vean como un juego, un laboratorio de química.
Mis juegos de niña eran a las “comiditas” y sigo en el disfrute. Déjelos experimentar. Hoy pueden aprender recetas en el celular.
Muéstreles el costo beneficio de un platillo preparado en casa y el costo en un restaurante.
Terminamos de enterarnos y ya se nos quitó el hambre. Y como es la una, pues una.