Escenario político
No hay nada más hermoso que la risa
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Nada más hermoso que la risa: Frida Kahlo.
Dígame usted si no, con estos ejemplos:
Un hombre trata de impresionar a una chica. Le envía un mensaje:
“Hola quiero conocerte mejor, tengo 50 años, soy diputado y un hombre honesto”
La chica le responde:
“Encantada, yo soy prostituta desde hace 15 años y hoy virgen”.
O este:
Dos amigos se encuentran y uno le pregunta al otro:
“¿Y tú por quién piensas votar en las próximas elecciones?”
“Lo más seguro que por Alibabá y los 40 ladrones”
Intrigado el otro inquiere:
“¿por qué dices eso?”
“De esa manera estaré seguro que son solo 40 ladrones”.
Uno más:
¿En qué se parece el mouse –ratón– de una computadora a un político?
En que si no lo presionas y arrastras no funciona.
Y ahora en serio.
Frida Kahlo fue una pintora surrealista mexicana del siglo XX cuyo éxito ha llegado hasta nuestros días.
Afectada por la poliomielitis y las consecuencias de un accidente de tráfico, tras el cual, empezó a pintar.
Empleó en general motivos potentes propios de su cultura, naturales y autobiográficos, llenos de realidad, poesía visual y pena.
El buen observador de la pintura de Frida encuentra en su obra reflejos de los pensamientos, sentimientos y vivencias de la pintora.
Pero su vida no fue fácil
Hoy traemos algunas de sus mejores frases, que dan testimonio de la genialidad y originalidad que la han hecho ser tan apreciada y pasar a la historia.
Por ejemplo, y muchos coincidimos con ella:
A veces prefiero hablar con obreros y albañiles que con esa gente estúpida que se hace llamar gente culta.
Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?
Me pinto a mí misma porque soy a quien mejor conozco.
Soy mi propia musa. Soy la persona que mejor conozco. Soy la persona que quiero mejorar.
Nunca pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad.
Intenté ahogar mis penas en alcohol, pero las condenadas aprendieron a nadar.
El hombre es dueño de su destino y su destino es la tierra, y él mismo la está destruyendo hasta quedarse sin destino.
Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarse a que te devore desde el interior.
Escoge una persona que te mire como si quizás fueras magia.
¿Por qué le llamo mi Diego? Nunca fue ni será mío. Es de él mismo…
¿Quién les dio la verdad absoluta? Nada hay absoluto, todo cambia, todo se mueve, todo revoluciona, toda vuela y va.
Si
yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a
través de mis ojos. Sólo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para
mí.
Tantas cosas por decirte y tan pocas salen de
mi boca. Deberías aprender a leer mis ojos cuando te miro.
Donde no puedas amar, no te demores.
Yo le duro lo que usted me cuide, yo le hablo como usted me trate y le creo lo que usted me demuestra.
¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.
La belleza y la fealdad son un espejismo porque los demás terminan viendo nuestro interior.
Yo,
que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar.
Si
actúas como si supieras lo que estás haciendo, puedes hacer lo que quieras.
Creo que poco a poco, podré solucionar mis problemas y sobrevivir.
Enamórate de ti, de la vida y luego de quien tú quieras.
No quiero un amor a medias, rasgado y partido por la mitad. He luchado y sufrido tanto que me merezco algo entero, intenso, indestructible.
Quisiera darte todo lo que nunca hubieras tenido, y ni así sabrías la maravilla que es poder quererte.
No hay nada más hermoso que la risa. El arte más poderoso de la vida es hacer del dolor un talismán que cura, una mariposa que renace florecida en fiesta de colores.
Al final del día, podemos aguantar mucho más de lo que pensamos que podemos.
Muchas veces en el dolor se encuentran los placeres más profundos, las verdades más complejas, la felicidad más certera.
Tan absurdo y fugaz es nuestro paso por este mundo, que solo me deja tranquila el saber que he sido auténtica, que he logrado ser lo más parecido a mí misma.
Y hay en ella (la vida) tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir.
El mundo es de quien nace para conquistarlo y no de quien sueña que puede conquistarlo.