Poder y dinero
El Diario Oficial nos refresca la mente
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Como siempre nuestro hijo el abogado Jorge Alberto Ravelo Reyes, nos provee de documentos para nutrir la memoria.
Con el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México en el Diario Oficial que nos acerca:
Don Miguel Hidalgo y Costilla, párroco del pueblo de Dolores, Guanajuato, convocó al pueblo para levantarse en armas contra la opresión colonial y a favor de la Independencia de México, la madrugada del 16 de septiembre de 1810.
En su arenga, Hidalgo expresó: Compatriotas: no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos… Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad…
Pocas horas faltan para que me veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de ser libres…
La lucha iniciada por Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fue continuada por otros héroes como José María Morelos, Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros, Vicente Guerrero, Leona Vicario, y por miles de mujeres y hombres quienes arriesgaron y ofrendaron su vida por un país libre e independiente.
La conmemoración de este acto fundacional inició en 1812, cuando Ignacio López Rayón, al frente de la Suprema Junta Nacional Americana de Zitácuaro, conmemoró esta fecha como día de fiesta nacional.
A su vez, Morelos, en el punto 23 de los Sentimientos de la Nación señaló que debía solemnizarse el 16 de septiembre todos los años:
Como el día aniversario en que se levantó la voz de la independencia y nuestra santa libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se abrieron los labios de la Nación para reclamar sus derechos y empuñó la espada para ser oída.
Recordemos siempre el mérito del gran héroe el señor don Miguel Hidalgo y su compañero don Ignacio Allende.
Durante el gobierno de Guadalupe Victoria, primer presidente de la República, se reconoció el 16 de septiembre como la fiesta nacional por excelencia.
La celebración de esa fecha cívica no se ha interrumpido desde entonces, ni siquiera cuando el país estuvo en guerra contra Estados Unidos, o durante la resistencia republicana contra la Intervención francesa y el Segundo Imperio.
Maximiliano visitó la villa de Dolores, Guanajuato, para conmemorar ahí la Independencia de México.
A partir de esos años se consolidó la práctica de conmemorar el inicio de la Independencia con una fiesta popular la noche del 15 de septiembre, en que se arengaba a la multitud desde el balcón de Palacio Nacional.
Repicaban las campanas de catedral y se daba inicio a una fiesta popular que continuaba el 16 e incluso se prolongaba hasta el 17.
En 1896 se agregó como nuevo elemento conmemorativo la Campana de Dolores.
Durante el proceso revolucionario, los distintos gobiernos también conmemoraron el Grito de Dolores.
En 1940, el presidente Lázaro Cárdenas conmemoró la noche del Grito en la villa de Dolores, Guanajuato.
Aquella fue la primera vez que un presidente encabezaba la ceremonia cívica en la Cuna de la Independencia Nacional.
A partir de entonces, todos los presidentes de México han repetido este acto, en el lugar original donde Hidalgo inició el movimiento libertario del cual emergió el Estado y la Nación mexicana.
Día de fiesta y solemne para la Nación.
La Bandera Nacional deberá izarse a toda asta.
También el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México nos habla del 16 de septiembre inicio de la independencia de México.
En 1810, la crisis política de España tras la invasión francesa de 1808, la abdicación de Carlos IV y de su hijo Fernando VII en favor de José Bonaparte generó reacciones en el territorio español y en sus dominios en América.
Fue el caso del ayuntamiento de la Ciudad de México.
Mientras unos se pronunciaron por mantener a la Nueva España bajo el dominio de la corona española, otros reivindicaron proyectos autonomistas e independentistas.
Gabriel de Yermo, integrante del Consulado de Comerciantes de la Ciudad de México, apoyado por los españoles peninsulares de la Audiencia, encabezó un golpe de Estado y apresó al virrey José de Iturrigaray, el 15 de septiembre de 1808, por considerarlo partidario de la propuesta autonomista anunciada por el Ayuntamiento.
El síndico Primo Verdad fue asesinado en la cárcel del Arzobispado y fray Melchor de Talamantes murió encadenado en las cárceles de San Juan de Ulúa, Veracruz, víctima de fiebre amarilla.
En las ciudades de Valladolid, Dolores, San Miguel y Querétaro se organizaron conspiraciones contra las autoridades peninsulares.
En Querétaro, en casa del corregidor Miguel Domínguez, se llevaron a cabo reuniones disfrazadas de tertulias literarias, donde se discutía la posibilidad de un movimiento armado para derrocar a las autoridades constituidas y conformar un gobierno propio.
En estas reuniones participaba de manera destacada el cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, así como los militares Ignacio Allende y Juan Aldama.
La conspiración fue descubierta el 13 de septiembre y la presión que ejercieron las autoridades virreinales obligó al corregidor Miguel Domínguez a aprehender y catear la casa de algunos de los involucrados.
Al tiempo que se verificaban las indagaciones, Domínguez informó a su esposa, Josefa Ortiz, el riesgo en el que se encontraba el resto de los conjurados.
Josefa consiguió dar aviso de lo ocurrido a Ignacio Pérez, quien a su vez lo comunicó a Aldama, en la villa de San Miguel, la noche del 15 de septiembre.
Aldama e Ignacio Pérez cabalgaron al pueblo de Dolores para avisar a Hidalgo y a Allende que la conspiración había sido descubierta.
Llegaron al curato de Dolores la madrugada del 16 de septiembre.
Horas más tarde, frente a sus feligreses y con el fin de arengarlos a la lucha, Hidalgo expresó.
Compatriotas: no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos… Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad… Pocas horas faltan para que me veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de ser libres.
Este fue el inicio de la gesta de Independencia nacional, que culminaría 11 años después, el 27 de septiembre de 1821.
En las escuelas deberían referirlo en civismo e historia. Como materias obligadas. Sugerimos sin insolencia.