Mujeres mexicanas memorables (6)
Del escritor José Antonio Aspiros Villagómez
Hemos sido honestos siempre al afirmar que compartir una buena redacción enaltecedora permite, al que lo aprovecha y a quienes lo leen, estar de acuerdo en que, de los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso sin duda es el libro.
El periodista y escritor José Antonio Aspiros Villagómez en respuesta a “te invito un café”, transforma la oración en acción y nos hace comprender que se pierde la confianza en la eficacia de las palabras y sin más nos dice: “Más que aceptada tu invitación a tomar un cafecito; sin azúcar, en mi caso. Y muy interesantes tus Nubes de hoy, con la obligada mención al café La Habana (aunque ya me parece muy cargado el que sirven ahora, pero antes eran una delicia también los sesos a la riojana).
Te faltó mencionar el café Gran Premio con sus exclusivos tamales, aunque nada que ver éstos con el café (esquina de Antonio Caso y la otra, a una cuadra de la Fstse).
Y no estoy seguro si fue en el Florián o en el de junto, donde mi mujer y yo tomamos café en Venecia (¡diez años ya, snif!, sólo me queda la foto), pues en todo caso faltarían nuestros ilustres nombres (je je) entre los que mencionas en tus Nubes.
Hace tres años leí un pequeño y sabroso libro sobre el tema y escribí lo siguiente, si es que gustas leerlo”.
Su título, mencionamos nosotros es “Doble vicio: los libros y el café”. 13 de julio de 2012. Su autor, obvio, don José Antonio.
Integro lo compartimos contigo. Disfrútalo, con un buen y aromático café humeante.
“Es imperdonable pasar por una librería y no entrar, o entrar y no salir con un nuevo libro que no tiene que ser necesariamente el best seller del momento ni uno de los clásicos pendientes de leer, sino tal vez algo para el divertimento como por ejemplo ¡Cuidado! Café cargado, un volumen de 255 páginas compilado por Victoria García Jolly y publicado en 2010 por la Editorial Otras Inquisiciones.
Desde luego, es un libro dedicado a los adictos y resulta provocador cuando menciona que Balzac tomó 50 mil tazas de café mientras escribió La comedia humana y que Voltaire “bebía la estratosférica cantidad de 50 a 72 tazas al día”.
Contiene datos, frases, notas, dichos, citas, cifras, historia, poemas y relatos acerca de cuanto pueda interesar a quienes tienen el vicio del café, cuyo grano fue descubierto hace tres mil años en Etiopía.
Desde luego, comenta que “la cafeína es la única droga 100% legal” y menciona tanto sus efectos como sus beneficios.
El volumen tiene un tamaño muy cómodo y un diseño atractivo, con letra grande y tipografía variada.
Sus textos son breves y sus ilustraciones abundantes. Los datos están bien repartidos y su lectura no cansa ni cuando trata sobre frías estadísticas según las cuales, los principales países productores, México entre ellos, no destacan entre los mayores consumidores del mundo.
Por sus páginas desfilan pequeñas historias de los principales cafés de algunas ciudades del orbe como París y Venecia (lugares donde tuvimos el acierto de saborearlo), e incluye La Parroquia, La Habana, El Jarocho, Café de Tacuba y otros establecimientos mexicanos también atinadamente visitados ya.
Refiere las diversas maneras que existen para preparar esa bebida, desde la más sofisticada hasta el peor café del mundo, por el que lleva canela y piloncillo, con ilustraciones del tipo de cafeteras requeridas y las tazas y vasos de uso común.
También le da su golpecito a la cadena Starbucks, donde el café no es lo importante ni lo mejor, sino un pretexto, y si bien en otro momento menciona al inventor del exitoso café soluble instantáneo -un médico guatemalteco-, omite el tema de las cafeteras para cápsulas, tan de moda en la actualidad.
El libro forma parte de la Colección Vicios, que se inició con Fumar es un placer y promete futuras publicaciones acerca de sexo, cerveza, vino, chocolate, chicle y té.
Los editores reconocen que se trata de una serie “políticamente incómoda” porque fomenta tales excesos, los cuales “pueden no ser tan malos si se ven desde el otro lado” y nos permiten percibir la vida “de diferente manera”.
A juzgar por una cita de Voltaire en esta obra, si a Napoleón lo hubieran envenenado con café y no con arsénico, habría vivido más años.
Cafetómanos del mundo: buen provecho y feliz lectura”.
Nosotros EN LAS NUBES hemos sido honestos siempre al afirmar que compartir una buena redacción enaltecedora permite, al que lo aprovecha y a quienes lo leen, estar de acuerdo en que de los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso sin duda es el libro.
El escritor José Antonio Aspiros Villagómez, nació el 9 de marzo de 1944 bajo el signo de Piscis en Tacubaya, Ciudad de México, y estudió en la Escuela de Periodismo ‘Carlos Septién García’ (1964) pero se tituló como licenciado en periodismo por la SEP hasta 2012.
Tiene publicados los siguientes libros, sin que por ello se considere “escritor”:
El gran reportaje de los mayas. Sobre arqueología y, pese a su antigüedad, aún lo buscan lectores en Estados Unidos, donde tienen sin su permiso, versiones digitalizadas. Tal vez su interés radique en su tratamiento un tanto esotérico. (Editorial Posada, tres ediciones en 1987, 1988 y 1990). Ahora prepara una versión actualizada.
Los dioses secuestrados. Saqueo arqueológico en México. (Secretaría de la Defensa Nacional, 1987). No salió a la venta al público, pues fue edición exclusiva para miembros del Ejército.
25 años en la información. Con las crónicas de los sucesos ocurridos entre 1968 y 1993, con motivo del XXV aniversario de la Agencia Mexicana de Noticias. (Notimex, 1994).
Notimex: la imagen ‘sexenal’ de México en el mundo. Crónica histórica de la hoy Agencia de Noticias del Estado Mexicano, que abarca de 1968 a 2019. (Comunicadores Unidos, Tamaulipas, y Club Primera Plana, Ciudad de México, 2019).
Manual de operación y estilo editorial. Si bien fue una labor de equipo, él diseñó el proyecto, coordinó los trabajos e hizo la versión final. (Notimex, dos ediciones en 1999 y 2000). El siguiente director de la agencia echó el Manual a la basura; duró un año en su cargo.
Elabora actualmente la serie en PDF Textos reunidos, con sus artículos y reportajes escritos durante 60 años sobre temas culturales. La serie incluye la producción de su esposa sobre tópicos literarios e históricos. También ha sido coautor o colaborador de otros libros.
Está casado con Norma Vázquez Alanís, — una colega periodista egresada de Ciencias Políticas de la UNAM– y tiene cuatro hijos de su primer matrimonio, y seis nietos.
Hay dos periodistas más en la familia: una de sus hijas (titulada en “la Septién” y hoy es directora de información) y la hija de ella que estudia en la FCPyS de la UNAM, pero ya trabaja en un portal de Internet.
Ha tomado diversos cursos de actualización y especialización, ha sido docente en el plantel donde hizo sus estudios y se ha desempeñado profesionalmente en diversas funciones dentro de los medios -desde redactor, reportero y fotógrafo, hasta jefe de áreas y director editorial-. Sus primeras notas y artículos datan de 1960, cuando colaboró en algunas publicaciones y fundó periódicos impresos y murales.
La mayor parte de su trayectoria transcurrió en cuatro agencias de noticias: Agencia Mexicana de Servicios Informativos (AMSI, 1964-65), Radionoticias de El Heraldo de México (1966-1974), Notimex (1976-2006) y Amex (2009). Otros de sus trabajos fueron en el semanario Mundo Mejor, el diario El Nacional y las revistas En Todamérica y Automundo.
Fue colaborador de las revistas Arcano Político, Siderurgia y Libertas, entre otras. Trabajó en la oficina de prensa del IMSS y en agencias de relaciones públicas, y desde 2006 hasta la fecha distribuye de manera independiente sus columnas Textos en libertad y Lecturas con pátina. Viajó a países de América, Asia y Europa en misiones periodísticas.
También ha incursionado en la industria editorial, principalmente como corrector de libros y como docente en el diplomado sobre corrección de estilo que imparte la Academia de las Artes de la Escritura de la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición.
En ese campo, participó en la producción de Mi vida son mis amigos, del colega Teodoro Rentería Arroyave, y en la corrección de la novela Sopa de lima, del compañero Octavio Raziel García, de quien hizo la presentación en público de su novela México 8.5 Richter.
Ha impartido algunas charlas a colegas de diversos lugares del país. Ha sido jurado en varios premios de periodismo, entre ellos dos veces el nacional de periodismo en salud que organizó el Club Primera Plana.
Ha recibido algunos reconocimientos, incluidos el Premio México de Periodismo de la Fapermex y el del Certamen Nacional del Club de Periodistas de México.
Es miembro de la Academia Nacional de Historia y Geografía, el Club Primera Plana, el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo y la Scudería Hermanos Rodríguez.
(Entre paréntesis está feliz por el triunfo del mexicano Sergio Pérez el último domingo.)
En el pasado estuvo en la Unión de Periodistas Democráticos. En 2017 cambió su residencia a San Juan del Río, Querétaro.
De la escuela “Carlos Septien García. También, en su oportunidad nos dijo.
Por supuesto que fue forjadora de reporteros, hoy llamados también periodistas, comunicadores, locutores y etcétera.