El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Nos echamos un cafetín
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Este día, en 1917 nació Excélsior. Y en 1938, Pémex.
Aquel periódico de la vida nacional de Alducin.
Lo mantuvieron en las alturas editoriales y administrativas don
Rodrigo de Llano, director general y don Gilberto Figueroa Noguerón,
gerente general.
En 2001 terminó la cooperativa que autorizó Plutarco Elías
Calles y se convirtió en empresa privada. Como propietarios los
señores Vázquez Raña.
Es razón para echarnos, aún no es la una, un cafetín, con la
plática escrita por la esposa de un bebedor experto sobre el café.
Ya no nada más se bebe. También, la ceniza, como la “juanita”,
“Mota”, “Yerba”. Vaya mariguana, se frota. Alivia. Y deja resplandor en
la frente.
Leamos los que nos platica sobre cómo se usan desechos del
café para cuidado de la piel.
El exquisito café, esa bebida caliente, aromática, placentera,
estimulante y energética que se ha vuelto indispensable para el inicio
de una nueva jornada en este vertiginoso mundo globalizado, pero que
también se consume después de la comida o a media tarde, es ahora
ingrediente fundamental en la cosmética natural o bio que está
inundando este vasto nicho del mercado internacional.
La verdad es que parece lógico, porque si el líquido negro que
tanto gusta es siempre un buen aliado para despabilar y mantener
alerta a cualquiera, ¿por qué no sería estimulante y antioxidante
también para la piel?
Dejemos la escritora doña Norma Vázquez Alanís, nos lo
platique. Tiene, como dama y periodista, la sana virtud de saber cómo.
El cosmetólogo danés Mikkel Khudsen y el empresario Simón
Krag Christensen, fundaron en 2016 la firma vegana nacida en
Copenhague, Grums Aarhus, con una mentalidad sostenible, sin
comprometer la calidad, el aspecto, la sensación o el efecto del
producto. Su objetivo es demostrar que los granos de café reciclados
pueden tener más beneficios de los que se piensa para la epidermis.
En Aarhus, su ciudad natal, establecieron la marca de
cosméticos Grums Aarhus de productos para el cuidado de la piel,
sostenibles y de alta calidad, elaborados con café molido orgánico
local.
Tomaron en cuenta que, cuando se prepara un café, menos del
uno por ciento de sus nutrientes terminan en la taza, y más del 99 por
ciento de sus elementos vigorizantes se quedan en el sedimento, por
lo que decidieron utilizar esos residuos para elaborar sus artículos.
Como el consumo de café en Dinamarca es de más de dos mil
500 millones de tazas de café al año, es decir 8.7 kilogramos per
cápita en ese mismo periodo, lo que representa unas 50 toneladas de
café molido en igual lapso, Grums Aarhus recolecta los residuos del
grano de cafeterías y restaurantes locales –en especial de La Cabra
Coffee Roasters, establecimiento reconocido internacionalmente por la
calidad de los granos que utiliza- después de lo cual los secan, hacen
un control de calidad de todos sus asientos de café y los clasifican
antes de mezclarlos con ingredientes naturales seleccionados de alta
calidad para fabricar sus productos.
Khudsen y Krag Christensen encargaron a especialistas una
investigación acerca de lo que el café podía hacer sobre la piel, la cual
reveló su efectividad para lograr más luminosidad, mejorar la firmeza y
la elasticidad, además de que los sedimentos del aromático grano
tienen propiedades antiinflamatorias y mejoran la circulación.
Así, la marca descubrió que también son un gran exfoliante y
una fuente rica en antioxidantes, a la vez que aumentan la
regeneración celular natural de la piel.
Estos resultados llevaron a Grums Aarhus a la conclusión de que
los posos del café básicamente poseen muchas de las características
que las principales marcas de cosmética intentan crear artificialmente
y añadir a sus productos químicos.
Y emplear café molido en lugar de micro perlas (pequeñas
partículas de plástico de menos de un milímetro de diámetro que
debido a su minúsculo tamaño no pueden ser filtradas, retenidas y
eliminadas en las plantas de tratamiento de aguas negras y por ello
terminan y contaminan ríos, lagos y mares), simplemente beneficia al
medio ambiente, así como a los consumidores.
Esta firma cosmética creó todo un catálogo de producto de lujo
de alta calidad a partir de los desechos del café, que son capaces de
beneficiar en varios aspectos la piel, cuyo cuidado es parte importante
para las mujeres, pero desde hace dos décadas también para los
hombres.
La filosofía detrás de la marca se basa en tres pilares
fundamentales: altos niveles de calidad, sostenibilidad y transparencia.
Y sus productos -exfoliantes, mascarillas, cremas y sueros- están
teniendo un éxito insospechado en un mercado tan competido.
Hace más de 200 años (1819) el químico y médico alemán
Friedlieb Ferdinand Runge aisló una sustancia traslúcida cristalizada
de los granos de café a la que llamó cafeína, un ingrediente
vigorizante que estimula los sistemas cardiovascular, digestivo y
nervioso, de suerte que es un buen digestivo y energético natural para
deshacerse de la pesadez de una comida abundante o para animarse
agradablemente en una charla de amigos.
En los productos para el área alrededor de los ojos y para la
cara, la cafeína ayuda a eliminar el edema ya formado o a prevenirlo
en el futuro, combate eficazmente las bolsas debajo de los ojos y
tonifica ligeramente la piel, haciéndola más vigorosa y joven.
la cafeína es recomendable en los cosméticos para la piel seca
debido a su capacidad de estimular la síntesis de colesterol, el lípido
necesario para crear un manto protector en la superficie de la
epidermis y ayuda a que la piel se recupere más rápido al estimular
procesos regenerativos, por ejemplo, después de una quemadura
solar.
Sin embargo, advierte no se debe confiar en el efecto mágico de
la cafeína.
Con esta información ya puede disfrutar los beneficios del
aromático café en todas sus formas.
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