Escenario político
Autoestima de un gran filósofo
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Siguen los ladridos. Seguimos por buen camino, diríamos hoy,
sin lugar a equivocarnos.
Lo escuchamos cuando el interfecto desayunaba, fresco y de
muy buen humor, una mojarra frita, en la presa La Angostura, en el
sureste.
Y nos lo pone enfrente otro literato chiapaneco. Economista,
periodista. Y generoso con sus amigos.
Como regalo a los Fernando que se festejan hoy.
Sí es don Virgilio Arias Ramírez vicepresidente de la Sociedad
Mexicana de Geografía y Estadística y Secretario General del Club
Primer Plana.
Y un politécnico que no se olvida del difunto Ramón Durón Ruiz,
autor del filósofo de Güémez.
Y con su habitual honradez nos instruye:
Buen día amigos espero les guste las ideas del filósofo de
Güémez, que nos envía nuestra amiga Gaby Tuexi desde Ciudad
Victoria, Tamaulipas.
A quien, sin conocerla, también agradecemos
Lo de la autoestima nos recuerda que los cuatros sueños más
grandes del hombre son:
1 “Tener las novias que… Su esposa cree que tiene”;
2 “Tener el dinero que… Sus amigos creen que tiene”;
3 “Ser tan bueno en el sexo como… él dice que es”, Y
4 “Ser tan guapo como… su mamá cree que es”.
El viejo Filósofo de Güémez, se declara abiertamente agradecido
con los cientos de bendiciones que Dios le provee amorosamente: la
salud, la familia, el techo, la comida, el trabajo, la educación, la
amistad, el sueño reparador, emanar vibraciones de paz, etcétera.
A los regalos anteriores se suma uno más, el de una joven que
por donde pasa captura la mirada de todos, modesta mujer con una
presencia que, como imán, atrapa a los transeúntes.
Es una jovencita –de unos 20 años de edad– su madre fue
violada y producto de la violación nació ella; diariamente viste la
misma ropa y calza unas sencillas patas de gallo, debajo de su
recortada blusa sale a relucir una enorme llanta que rodea su cintura y
abajo de esa llanta, sale otra todavía más voluminosa.
En sus piernas y brazos se refleja una celulitis enorme, su pelo
desteñido, con unos 10 centímetros de raíz negra, para continuar con
un güero modesto, su rostro no es bello; es decir la joven en comento,
no cumple mínimamente con los estándares de los concursos de
belleza promovidos por la TV.
¡Ah!, pero eso sí, es poseedora de una suave cadencia al
caminar que la hacen dueña de la banqueta por donde transita.
¿Qué tiene esta jovencita que la hace que a pesar de su mínima
belleza física, sea espectacular?
Pues muy sencillo, es poseedora de una elevada autoestima
–que ya quisieran muchas de las bellezas del medio artístico– que la
convierte en una mujer espectacular.
“Todos tenemos días difíciles, cuántas veces el panorama es
desalentador, pero de pronto encontramos la solución a nuestro
problema, porque tenemos renovadas actitudes.
La autoestima es mucho más importante que la inteligencia, la
educación, el talento o la suerte. Es la elección más trascendente que
tomamos al construir nuestra vida, porque impacta en todo lo que
hacemos.”
Cada nuevo amanecer, una elevada autoestima es el punto de
partida del éxito y la felicidad, puedes cambiar tu vida si modificas tus
actitudes, que no son otra cosa que un punto de vista mental, son
pensamientos y sentimientos que suceden en tu interior.
Aquellos que gozan de una alta autoestima tienen actitudes
positivas, siempre esperan lo mejor; mientras que los que tienen una
autoestima baja esperan lo peor; lo increíble es que, en ambos casos,
las expectativas se cumplen.
Una autoestima hasta el cielo te reencuentra con la esencia de la
vida: la salud, el amor y la felicidad; te lleva a ver la vida desde un
punto de vista más positivo, elimina la angustia y la depresión,
aumentando el tono de ánimo; te hace más creativo, facilita la
comunicación.
Tener una encumbrada autoestima te lleva a gozar del amor, a
no sufrir de abandono y soledad; te transporta a disfrutar la vida y
reencontrarte contigo mismo; propicia cambios positivos en el
organismo.
Existen pruebas del valor terapéutico de gozar de una elevada
autoestima: reducción del estrés, tolerancia al dolor, mejorada
capacidad para afrontar las enfermedades, percepción subjetiva de
mejor salud, aumento del tono de ánimo, espíritu creativo, mejor
imaginación, disminución de las preocupaciones, etcétera.
“Una elevada autoestima, genera un estado de ánimo tan
poderoso que es capaz de trasformar lo simple en extraordinario. En la
vida nos pueden robar muchas cosas, menos nuestro ser, la valía
interior; cuando la autoestima esté por las nubes, alimentada por la
más rica actitud mental positiva, nada nos detendrá, esta vida es para
los que creen en sí mismos: si no nos aprobamos nosotros mismos,
¿quién nos va a aprobar?
Si no nos interesamos por lo que hacemos, ¿a quién habrá de
interesarle?
Si no confiamos en nuestras propias decisiones, ¿quién habrá de
confiar en ellas? Si persistimos en vivir en el ayer, ¿cómo no
habremos de temer al mañana?”
Ni una palabra más, concluimos nosotros.
Y salud a la una por don Fer.
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