Visión financiera/Georgina Howard
Ánimo. Ánimo. Mucho ánimo
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Bety, la abuela del doctor que nos alienta, cumpliría 87 años. Tres años casi sin ella, y con un trauma físico que nos aqueja y amilana, nos llega una misiva. Sí de nuestro nieto el médico Jorge Alberto Ravelo Barba que se especializa en cirugía de vientre y neumología, en Barcelona, España. Su escrito lo comparto ya con alegría y entusiasmo, porque no es solo un consejo. Sino la exigencia de seguir con vida.
“Hola Abo, cómo estás. Cómo vas con esos ánimos y con esa recuperación. Por ahí me contó un pajarito (como nos contabas cuando éramos más chicos) que andas bajoneado. Nada de eso. Entiendo que tengas una limitación física pero nada es imposible. Animo, mucho ánimo. Como te lo dije el otro día la cosa más importante es tu estado de ánimo. Que es normal sentirte apachurrado y desanimado. Muy normal. Nadie escoge el camino que le toca. Y por más que pidamos a todos los santos que pase la historia de una manera, la historia sólo se contará en una sola forma. Y no se podrá contar hasta que suceda. De momento toca levantar la frente y buscar la mejoría, que en estos momentos son en ti, sonreír, dar gracias por lo que tienes y ponerle ganas de mejorar esa pierna. Ese brazo y tu rostro.
Si se mejora poco o mucho, eso tampoco lo sabrás hasta que lo logres o de plano claudiques. En mi experiencia, da igual si logras el éxito de la recuperación o si solo logras un avance pausado y gradual. No solo veas la terapia de la recuperación como una obligación. Vela como un pasatiempo forzado. ¿Si no lo haces, qué más puedes hacer? Lamentable que tengas una limitante. Pero hay dos sopas: enfocarte y ver la mejoría o no hacer nada. Y ni tú y menos mi familia, me enseñaron a no hacer nada. Al final los resultados son lo que menos importa. Penetra más en nosotros y en nuestros allegados el camino recorrido. El empeño puesto, que la medalla. Estoy seguro que apenas tengas más ánimos y empuje, la recuperación se dará poco a poco. No hay prisa. Pero creo yo, y así me lo dice mi profesión que entre más activo (de actitud y físicamente) mejor te irá.
Cuentas con el cariño de todos tus familiares, cercanos o lejanos, en aprecio o en distancia. Seguro que todos estamos deseosos de verte mejorar. Sabemos que tu temple es más fuerte que las adversidades. Así lo has demostrado casi 89 años. Así que pilas a tope, a sacar ánimo y energía que eso es lo que te va a llevar a estar mejor. Creemos en ti. Confiamos en ti, estamos orgullosos de ti. Queremos que tú estés bien, y eso solo depende de tus ánimos y esfuerzo. Porque lo demás lo tienes: médicos, medicinas, apoyo, cariño. En verdad deseo que el ánimo te llegue. Sé que es duro, pero te va a llegar. Un ánimo, o más bien vas a encontrarle el gustito picante por el esfuerzo y ganas de mejoría. Pronta recuperación Abo. Te mando un abrazote. Jorge Ravelo Barba”. Claro, lo confesamos, con esta recomendación filial, vamos a lograrlo. Lo platico, como una promesa, querido y estudioso nieto, ya casi catalán. Lenguaje que ya domina en su poco menos de tres años, de vivir en Cataluña. Ah, por cierto les comento lo que ayer nos platicó un colega, cuyo su hijo Gustavo, con dos vástagos de su esposa catalana a su vez le expuso: Viajaba la familia, sus padres, sus suegros, sus hijos y esposa, rumbo al puerto de Acapulco en amplio vehículo. Y Gustavito, el hijo mayor de 5 años, no cesaba de dar “guerra”. Varias veces, muchas, su padre, Gustavo, le llamó la atención. Por último le preguntó al pequeño ¿qué, no entiendes el español? No, le respondió. Yo hablo catalán. Aún escuchamos las carcajadas de felicidad, por la ocurrencia del menor.
A las que nos sumamos.