Tregua verbal
A ese chango, su mecate
Nos referimos al primate —entre comillas— a quien la escritora doña Sabina Berman describe magistralmente, sin decir su nombre.
Ella en sus comentarios tiene, como de costumbre, la certeza en lo que dice. No ofende, no insulta.
Interpreta en forma simple, sencilla, la verdad. No señala a nadie por su nombre.
No es necesario, porque se refiere al que deliberadamente transgrede las reglas que nos marca la profesión. El oficio. La decencia, la rectitud.
La libertad de expresión. No el libertinaje.
Pero sobre todo el respeto a la mujer.
Ese simio las atraca. Ofende. Insulta. Injuria. Agravia. Ultraja.
Aplica la maldad, la perversidad, la vileza, a la que está acostumbrado. Vaya avergüenza al gremio.
Por ello, reclamamos para ese chango su mecate.
La escritora, periodista y fiel columnista doña Sabina Berman lo resalta con maestría en su comentario del Mejor Diario de México, El Universal.
Nosotros la apoyamos y aplaudimos en esta lección de probidad, que compartimos sin arrogancia.
“Cansado. Voluminoso. En sus pantalones vaqueros holgados, viejísimos y raspados. La camisa Lacoste verde pasto, desgastada. La chamarra negra y vieja.
Termina de subir las escaleras y mete la llave en la cerradura de la puerta de su hogar de una única estancia y un dormitorio, y va a sentarse ante la computadora que se encuentra en la mesa.
La enciende e inicia la gesta.
Se sirve en un vaso, ron. Prende un cigarro de mota, jala el humo, entra a Twitter y teclea.
Calumnitas ja ja ja. 5 caritas carcajeándose.
Envía el tuit.
Yo atendía a Carmen, a Julio, a Álvaro, a Ernesto, ya no. Son peores que los pésimos que hace 20 años ni veo ni escucho. 10 corazones rotos. Putos corruptos todos. Envía el tuit. Cabrón hijo de puta el que lo lea.
Envía el tuit dirigido a la especie humana en general.
Le manda luego un tuit a la jefa de gobierno de la ciudad. Horrenda maldita corrupta fea te vamos a encarcelar solo espérate.
Otro tuit al presidente López y otro al ex presidente Borolas.
Teclea con alegría. Toda esa gente importante con la que departe cada noche lo empodera. Nunca soñó entretener sus noches dialogando con personas de su calibre.
Un emoji simulando mierda repetido 30 veces: otro tuit dirigido a la humanidad en general: lo envía, y se levanta de la mesa para ir caminando pesadamente sobre sus zapatos viejos al baño.
El miembro en la mano, orina de pie ante el retrete, y mira en la ventanita la luna llena.
Qué curioso: la luna llena cabe perfecta en el cuadrado de la ventanita, como si hubiera sido hecha para caber ahí. En la luna observa las manchas grises.
Los cráteres.
Teclea ahora en la computadora un tuit de amor arrobado para @LaSufurosa.
Te amo, te extraño, te quiero… matar, carita verde vomitando, aborten a las putas feminazis, me destruiste la vida idiota, todavía está la pistola guardada bajo el colchón de mi cama p balearte perra podrida.
Se sirve otro vaso de ron. Prende de nuevo el cigarrito de mariguana. Inhala profundo el humo.
¿Qué se sentirá vivir en la luna?
Un emoji simulando mierda repetido 30 veces: otro tuit dirigido a la humanidad en general: lo envía, y se levanta de la mesa…”
Nosotros, bueno en primera persona, gritamos “A ese mono su mecate y su jaula en Chapultepec”