En las nubes/Carlos Ravelo Galindo

La ironía

Alguien, con toda la ironía del mundo, nos preguntó de algo que había escuchado en un bar de altura: Crees que el ex gobernador defraudador de Veracruz aparecerá con vida.  Porque, repitió, me dicen que a los “jefes” no les conviene su declaración.  Y ya entrados en gastos. Qué tanto es tantito. Mejor muertito, que testiguito.

Respondimos al grupo que se había adherido que mejor que atacar con una buena frase es responder con la sentencia perfecta.

Por eso el que ríe al último, ríe mejor. Muchos, no tenemos la rapidez mental y sólo pensamos en algo que decir horas después de que la conversación terminó.

Nos dicen, y no les faltó razón, que el primer mandatario dice lo que le escriben. Pero nunca escribe lo que piensa o dice.

Aunque a veces, aseguran, tiene algún destello. Pero cuando ocurre, siempre es equivocado.  Sostienen sus amigos y los que no lo son, también.

El pueblo, los ciudadanos, responden con maña. Y nunca se equivocan.

Como aquellos, capaces de reaccionar a tiempo.  Igual a otras celebridades que sí supieron dar una réplica adecuada e ingeniosa a su interlocutor.

Prepárate a reflexionar y reír, a partes iguales.

Cadáver, solo el de Benito Juárez. Los demás son pinches muertos. Incluido el de Duarte, si ya es fiambre.

“Aunque no atendí el funeral, envié una bonita carta que decía que lo aprobaba”. Mark Twain.                                                          “Algunos de mis mejores galanes, fueron perros y caballos”. Elizabeth Taylor.

Joe frazier es tan feo que debería donar su cara a la ciencia”. Muhammad Ali.

“Cada vez que te veo, siento un ardiente deseo de estar solo”. Oscar Levant.

“Él es simplemente un escalofrió buscando una espalda en la que correr”. Paul Keating.

“Heredó la buena apariencia de su padre. Él es cirujano Plástico”. Grouncho Marx.

“Aunque nunca mate a nadie, leo los obituarios con gran placer”. Claréense Darrow”.                                                                                     “No es conocido por usar palabras que puedan mandar al lector al diccionario”.  William Faulkner. Y Ernest Hemingway replicó: “Pobre Faulkner. Piensa que las emociones se generan con palabras complicadas. Tiene ilusiones engañosas de adecuación”.

Henri King preguntó ¿Dónde está el lavabo?”.

“Primera a la derecha. Verá que pone “Caballeros” pero no se desanime”. F. E. Smith.

“He sido llamado las peores cosas por los mejores hombres”. Pierre Trudeau.

“No tiene enemigos pero no gusta a sus amigos”. Oscar Wilde.

“Tiene el mismo oído que Van Gogh para la música”. Billy Wilder.

“Su madre debió quedarse con la cigüeña en lugar de con él”. Mae west.

“No sé si usted morirá en la horca o por la viruela”. John Montagu. “Eso dependerá de si abrazo sus principios o a sus amantes”. John Wilkes.

La ironía, en efecto es un don.  Pocos la usan con candor. Muchos la disfrutan con rencor.  Y en los pinos la desprecian con ardor.

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