
¿Nigeriano o londinense?
Sólo el tiempo
Hemos escuchado muchas historias sobre el amor. Pero cuando leímos esta, simplemente nos hizo detener por un momento y reflexionar sobre el verdadero significado de la vida. Y lo que acabamos de escribir, hace dos días.
Lo complementa esta inspiradora historia del arrecife del amor:
Erase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: La alegría. La tristeza, y muchos más, incluido el amor.
Un día se aviso a los moradores de que el cayo se iba a hundir.
Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla. Se subieron a sus barcos y partieron.
Menos el amor, que se quería quedar un rato más con esa porción de tierra que tanto amaba.
Cuando por fin ya estaba casi ahogado, el amor comenzó a pedir ayuda.
En eso venia la riqueza en un gran bote:
El amor le dijo “riqueza, llévame contigo”.
Ella respondió: no, no puedo. Hay mucho oro y plata en mi barco. No hay espacio para ti.
Entonces el amor pidió ayuda a la vanidad que pasaba con su hermoso barco.
”Por favor, ayúdame “. Esta respondió: no te puedo ayudar. Estas mojado y puedes arruinar mi barco”.
El amor le pidió ayuda a la tristeza: “déjame ir contigo”. Le pidió.
Su respuesta fue : Hoy estoy tan triste que necesito estar sola.
También pasó la alegría, pero estaba tan feliz que no escucho al amor llamarla.
Allí fue cuando escuchó una voz: «ven, ven conmigo». Era un viejecito. El amor estaba tan feliz que olvido preguntarle su nombre.
Al llegar a tierra el hombre siguió su propio camino.
Agradecido por la acción que el viejo hizo por él, pregunto a otro muy adulto, la sabiduría:
«Quién era él».
«Era el tiempo”. Le respondió:
Por qué me ayudo solo el tiempo.
«La sabiduría sonrió y con un profundo conocimiento respondió»:
«Porque solo el tiempo es capaz de apreciar el valor del amor».
Como nosotros lo hacemos en este momento.