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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de agosto (Quadratín México).- El Lago de Alchichica es para la mayoría desconocido, pero para los habitantes del municipio de Tepeyahualco, Puebla, en los límites con el estado de Veracruz, es más que conocido por los rumores entorno a él.
Dicen que se formó a raíz de la caída de un meteorito, otros cuentan que el lago es visitado frecuentemente por ovnis. Lo cierto es que es una joya acuática que se encuentra en peligro de extinción.
Javier Alcocer Durand, quien encabeza el Proyecto de Investigación en Limnología Tropical de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, señaló que aunque es un tesoro para la ciencia, y uno de los cuerpos de agua mexicanos más conocidos, el desarrollo antropocéntrico planeado en forma inadecuada pone en riesgo la subsistencia del Lago Alchichica.
Destacó que en México hay ejemplos de sitios similares, donde la falta de planeación y control de las actividades humanas conllevan a la pérdida irreparable de sus ecosistemas, como es el caso de ese cuerpo de agua, el cual ha sido estudiado a lo largo de 15 años por integrantes del proyecto.
Advirtió que de seguir el proceso de desecación, se corre el riesgo no sólo de eliminar el área litoral, sino también de alterar el balance del lago, con lo que se perderían las condiciones oligotróficas requeridas para el buen desarrollo de los estromatolitos y demás biota acuática.
La desecación estaría impactando de manera negativa y se pondría en riesgo la persistencia de ese cuerpo de agua, “sin duda una joya acuática para México y el mundo”.
De acuerdo a investigaciones científicas, Alchichica es de origen volcánico y fue creado por una explosión freatomagmática, que data del Pleistoceno tardío. Es uno de los pocos lagos calificados como “hondos” en el país. La química de sus aguas es muy peculiar, y es probable que ésta sea la causa de que albergue una biota tan particular.
Por ello, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) lo considera, en la Región Hidrológica Prioritaria Cuenca Oriental, como un sitio de importancia para la conservación de la variedad de especies acuáticas epicontinentales.
Se caracteriza por sus estructuras carbonatadas, que recuerdan a los arrecifes coralinos y conforman un anillo casi continuo, que corre paralelo a la línea de la costa. Los microorganismos, sobre todo cianobacterias, se desarrollan y forman estratos o biopelículas que crecen capa a capa, y conforman los estromatolitos.
El experto detalló que el lago cuenta con especies consideradas microendémicas, y a la fecha se han descrito cinco: el alga diatomea Cyclotella alchichicana, el crustáceo copépodo Leptodiaptomus, el isópodo Caecidotea williamsi, el pez Poblana alchichica, y el anfibio Ambystoma taylori.
Además, el charal de Alchichica y la salamandra de Taylor están enlistados en la NOM-059-ECOL-2001, el primero en la categoría de especie amenazada, y la segunda, como sujeta a protección especial; se sabe que otras que comparten ese ecosistema también son nuevas para la ciencia y se encuentran en vías de ser descritas.
Los servicios ecosistémicos del lago están catalogados en cuatro rubros: la pesca artesanal del charal; tiene un gran potencial para fijar CO2 atmosférico, exportarlo como carbono biogénico al fondo y conservarlo en los sedimentos profundos.
Alcocer Durand destacó que Alchichica también representa un aspecto importante en la cultural de los habitantes de la región, por la relación profunda de misticismo y leyendas, y el soporte, porque se trata de un sitio de esparcimiento y recreación donde se practica la natación, el buceo y el windsurf.
No obstante lo que representa para la comunidad, señaló que la sobre-extracción del agua del manto freático es una actividad creciente en la región, para cubrir las necesidades de una agricultura de riego en expansión, así como para dotar de líquido potable a las poblaciones en desarrollo, lo que lo lleva a estar en peligro.
La agricultura de la zona combina dos características desfavorables: las especies sujetas a cultivo y las técnicas de irrigación, que no son adecuadas para regiones áridas y semiáridas como Alchichica.
El Lago de Alchichica está ubicado a 109 kilómetros al noreste de la ciudad de Puebla, cerca del Cofre de Perote, Veracruz y se encuentra al interior de un cráter con más de dos kilómetros de diámetro.
Se caracteriza por la presencia de un anillo de estromatolitos o tufas, depósitos de carbonato de calcio y magnesio, considerados entre los fósiles más antiguos, los primeros testimonios de la existencia de vida en el planeta.
El experto aseguró que se interesó por las características físicas y químicas del cuerpo acuático y en las especies que lo habitan, varias de ellas endémicas, como el ajolote y el charal de Alchichica y sus interacciones.
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