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QUERÉTARO, 29 de marzo (Quadratín México).- Al compás de tambores que rompen el silencio profundo de los fieles, los penitentes de las distintas cofradías y hermandades religiosas ocultan sus rostros y avanzan sobre las calles del centro histórico de Querétaro.
Ellos cargan pesadas cruces y algunos, con cadenas en los pies, expresan, en su andar, su gran dolor por la pérdida de Jesucristo.
Las columnas de las distintas hermandades religiosas, que se distinguen por el color diferente de sus túnicas parten del antiguo convento de la Santa Cruz cuando empieza a ocultarse el sol ardiente de Querétaro.
A su paso, cientos de personas que aguardan, desde horas antes, los observan respetuosos.
Es, la Procesión del Silencio, que tiene 36 años de realizarse y cuyos antecedentes datan del siglo XIII en España, el acontecimiento religioso más importante del estado. Las imágenes de hombres y mujeres, -vestidos con túnicas blancas, rojas, negras o moradas y gorros del mismo color- impactan por su dramatismo.
El andar solemne y el sonido de los tambores evocan la inmensa pena de la Virgen María por la pérdida de su hijo.
Todos avanzan callados, dolidos. Las 20 hermandades que participan salen del Templo de La Cruz para recorrer Felipe Luna, 5 de Mayo, Pasteur, Reforma, Juárez, Ángela Peralta, Corregidora e Independencia, para llegar nuevamente al Templo de La Cruz, luego de caminar cerca de tres horas.
Los hombres que toman parte en la Procesión, alrededor de 500, han pasado tres noches en el interior del Templo de la Cruz, preparándose con rezos, oraciones y penitencias para ser dignos de recorrer las calles y, en medio del lúgubre sonido de tambores, sin emitir una sola palabra, expresar su fe en la resurrección del Hijo del Hombre.
Las cruces de mezquite, alrededor de 500, se acompañan con imágenes del Señor de la Misericordia, del Divino Nazareno, del Señor de Esquipulas, de San Juan y, por supuesto, de la Virgen de los Dolores.
Quienes han participado en la Procesión del Silencio aseguran haber tenido un despertar espiritual y una toma de conciencia que los ha hecho cambiar sus vidas.
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