Persiste ánimo de inversión en México y Estados Unidos: Intercam Banco
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio de 2020.- Los rezagos alimentarios y de seguridad social podrían ser los más afectados por el covid-19, señala Coneval.
Si el Producto Interno Bruto (PIB) tiene una caída de más de 6 por ciento y la tasa de desempleo sigue en aumento a causa del Covid 19, México podría perder los logros que obtuvo en materia de pobreza entre 2008 y 2018, advirtió José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En su medio informativo, la CTM señalo que la Coneval dice que “nos llevaría un retroceso muy importante… porque había habido ya una reducción de tres puntos porcentuales de pobreza extrema, entonces, sí corremos el riesgo de que pudieran detenerse esos avances o, inclusive, perderse un porcentaje de ellos”, señaló.
“Podría haber un incremento en la carencia de seguridad social porque, como lo hemos planteado en otros momentos, esta carencia refleja la informalidad de nuestro país”.
El doctor en Economía estimó que la pandemia de coronavirus dejará 10 millones de nuevos pobres en el País, por lo que se corre el riesgo de que se frenen o se consuman los avances que hubo en esta materia a lo largo de una década.
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), advirtieron que debido a la crisis por Covid-19 podrían quedar diluidos en meses los avances de 20 años en combate a la pobreza extrema y el hambre en Latinoamérica.
En México, se proyecta que al cierre del año entre 14.9 y 21.7 millones de personas no tendrán ingresos suficientes para adquirir una canasta básica. En América Latina la estimación alcanza a 83.4 millones.
Por lo pronto, 10 millones de niños en la región han dejado de percibir su principal fuente de alimentos, al no tener acceso a las comidas que se distribuían en las escuelas, aseguró Julio Berdegué, representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
En un marco general, la situación se agrava en las zonas rurales –mayormente con población indígena–, donde hasta 25 por ciento de personas, es decir, una de cada cuatro, estará en situación de pobreza extrema al cierre de este año, agregó. Tenemos que hacer esfuerzos muy profundos para evitar que esta crisis sanitaria se convierta en alimentaria, resumió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
El mayor peligro, pero no el único, se encuentra en la región sur y sureste del país. En las zonas rurales indígenas y en aquellas localidades, no sólo de México, sino de todo Mesoamérica, donde las remesas son también una fuente nodal de ingresos para las comunidades agrícolas, recalcó. Hasta el cierre de 2019, se estima que el número de mexicanos en pobreza extrema –sin condiciones para garantizar acceso a la canasta básica– era de 14.1 millones. Es muy urgente adoptar medidas de estímulo.
Definitivamente, acciones llamadas contra cíclicas, de estímulo fiscal, pueden ayudar a potenciar el ingreso del ciudadano, además de un bono contra el hambre, apuntó Bárcena. Si bien la política del gobierno actual consiste en impedir que se socialicen las pérdidas y se privaticen las ganancias, se puede contener el incremento de los niveles de pobreza y pobreza extrema con créditos del Banco Mundial o del Banco Interamericano de Desarrollo, aseveró.