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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de julio de 2016.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo visita de inspección al Zoológico de Chapultepec, donde recabó información para integrar a la investigación que se inició para conocer la causa de muerte del gorila Bantú, acontecida el pasado miércoles durante el manejo para su traslado al zoológico de Guadalajara.
Añadió, en un comunicado que, en aproximadamente un mes se contará con los resultados de los laboratorios de patología y se determinará si el zoológico actuó con negligencia.
Indicó que los inspectores federales solicitaron a la dirección del zoológico el historial clínico, el protocolo de manejo y el reporte de necropsia del ejemplar de gorila de tierras bajas, además, de entrevistar a cada uno de las personas involucradas en la preparación y aplicación del manejo del gorila que sería trasladado.
Todos los elementos recabados serán integrados y analizados en su conjunto, para determinar si la muerte fue causada por una negligencia médica o error humano en la aplicación del protocolo.
Un elemento relevante son los resultados de los análisis de sangre e histopatología, para este último la Profepa ha ordenado que las muestras sean procesadas en tres laboratorios de patología distintos: el del zoológico de Chapultepec, el de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM y el del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Entre los hallazgos de la inspección, se encontró que al ejemplar le fueron aplicadas dos dosis de anestésico, una de 3.15 ml y otra de 1.5 ml, ambas por vía intramuscular y compuesta de tiletamina\zolacepam, ketamina y medetomidina.
Una vez sedado, Bantú, se le realizó el examen físico general y la toma de muestras, durante aproximadamente 40 minutos, para posteriormente colocarlo en el cajón de transporte donde se le suministró el antagónico del sedante, consistente en una dosis de tres ml. de atipamezol.
Desafortunadamente, Bantu no logró su recuperación y se presentó el paro cardio-respiratorio, por lo que se aplicaron los procedimientos de emergencia, sin poder revertirse el cuadro y registrar su muerte a las 22 horas del mismo miércoles 6 de julio.
Como antecedente, en el año 2010, el zoológico de Chapultepec realizó contención química a Bantú, empleando tiletamina\zolacepam y ketamina, dos de los tres fármacos empleados en esta ocasión en que murió.
La Profepa investiga de manera “objetiva de todos los elementos y realizar el análisis de los mismos, para determinar si el personal que llevó a cabo el manejo del gorila realizó actos no apropiados o no se tuvo la diligencia requerida, para efectuarlo bajo condiciones que evitaran o disminuyeran la tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor del ejemplar.
Bantú, el gorila occidental de tierras bajas, de 220 kilogramos, nació en el Zoológico de Chapultepec en 1991, y antes de su traslado se había informado que gozaba de un perfecto estado de salud, por lo cual sería enviado al zoológico de Guadalajara buscando su acoplamiento con las dos hembras de gorila albergadas ahí, con el fin de lograr su reproducción.
El gorila occidental o de tierras bajas (Gorilla gorilla), es una especie catalogada en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) como en Peligro Crítico, toda vez que ha sido blanco de cazadores furtivos, además en la CITES se ubica en el Apéndice I, por lo que su comercio no está permitido y su traslado solo puede realizarse con fines de investigación científica o de educación ambiental.