Derriban a pilotos de EU sobre el Mar Rojo; se presume fuego amigo
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de septiembre (Quadratín México).- Con la euforia de las convenciones republicana y demócrata apagada, el presidente Barack Obama parecía mejor posicionado para entrar de lleno al último tramo de la contienda electoral, según los más recientes sondeos de opinión, las cuales daban el 47 por ciento al actual mandatario y 43 por ciento a su rival republicano Mitt Romney.
Pero esta percepción fue más allá de estas mediciones y se habría trasladado ya al terreno de las estrategias de campaña a casi un mes de que Obama y Romney se vean las caras el próximo 3 de octubre en Denver, en el primero de tres debates.
Luego de que Obama aceptó oficialmente la nominación presidencial el jueves pasado, la atención inmediata se centró en las encuestas de opinión en espera del rebote tradicional que se registra al término de las convenciones.
Esta medición fue especialmente importante debido a que al día siguiente de su discurso, el Departamento de Trabajo dio a conocer las cifras de desempleo de agosto.
John Zogby, uno de los más respetados encuestadores del país y titular de la firma homónima Zogby Poll, apuntó el significado que tendrían para Obama estas cifras, parte central de un tema que determinará para muchos estadunidenses su voto: la economía.
“Lo que diga el presidente el jueves no tendrá importancia al día siguiente si esas cifras son negativas”, había advertido Zogby el martes pasado en un encuentro con periodistas internacionales cubriendo la convención en Charlotte, Carolina del Norte.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo, durante agosto la economía del país adicionó 96 mil nuevos empleos, cifra menor de lo anticipado por los analistas económicos pero suficientes para bajar la tasa de desempleo de 8.3 a 8.1 por ciento.
Frente a estas cifras, el rebote reportado por Obama tuvo un mayor impacto, a pesar de que la ventaja reportada inicialmente fue reducida. Para el viernes el mandatario apareció delante de Romney con un respaldo del 46 por ciento contra 44 para el republicano, una ventaja que aunque corta fue ampliada con la que dio a conocer el sábado por la misma firma.
Según esta última, el mandatario cuenta ahora con un respaldo del 47 por ciento del electorado, contra 43 por ciento para Romney.
De manera adicional, el nivel de aprobación sobre el desempeño del mandatario registró una mejora sustancial de acuerdo con la encuesta dada a conocer por la firma Gallup ese día, colocándola en un nivel de 52 por ciento.
Gallup recordó que ese fue el mismo nivel que Obama registró en otro sondeo dado a conocer el 11 de mayo de 2011, días después del asesinato de Osama bin Laden, y tras la cual esta calificación experimentó un gradual declive.
La revelación hecha este sábado por el periódico Político fortaleció aún más el efecto de estas cifras y el sentido del reposicionamiento experimentado por Obama en los días recientes.
De acuerdo con Político, la campaña de Romney se mostró sorprendida de que el rebote general en las encuestas a favor del mandatario haya tenido mayor duración que el que experimentó en su momento el republicano.
Además, el hecho de que Obama esté mejor posicionado en la mayoría de los estados, en particular en aquellos considerados claves, como Ohio, les hacen temer que los vientos políticos están soplando a favor del inquilino de la Casa Blanca.
“Su mapa tiene muchas más rutas para la victoria” confió un alto funcionario republicano al diario, que citó a otros dos republicanos cercanos a la campaña de Romney, quienes externaron preocupaciones similares a partir de la tendencia mostrada en las encuestas.
Con todo, aún los demócratas reconocen que la ruta a la victoria es incierta para el mandatario, en particular por el escaso margen de apoyo entre los votantes independientes y la lenta marcha que continúa experimentando la recuperación de la economía.
QMex/NTX/oab