
En la crisis aparece el carácter de la estadista
En el mundo del narcotráfico, la captura de sus líderes, el decomiso de drogas, la incautación de inmuebles y de dinero son pérdidas previstas y subsanables. El objetivo es el “Chapo” por la intensa campaña mediática que lo coloca como el criminal más importante del mundo, en segundo y tercer término se encuentran sus socios Ismael Zambada García “El Mayo” y Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”.
Sin embargo, no es mediante la guerra frontal contra las organizaciones delictivas y la captura de sus líderes como se abatirá la creciente industria trasnacional del narcotráfico. Se requiere de leyes muy severas contra el lavado de dinero, solo así se podrá dañar las estructuras financieras de los cárteles y podría detectarse a los poderes fácticos (políticos y empresariales) que están detrás de esta actividad.
La historia de los cárteles de la droga en nuestro país nos ha mostrado que la captura o muerte de los capos y sus lugartenientes no ha representado ninguna disminución en el tráfico de estupefacientes y por el contrario han surgido infinidad de grupos delictivos que luchan entre sí por el control de las principales rutas.
Las primeras organizaciones que controlaron el tráfico de drogas de manera masiva fueron los cárteles de Guadalajara y de Tamaulipas, que encabezaron Miguel Ángel Félix Gallardo y Juan García Abrego. Existían otros grupos importantes como el de Oliverio Chávez Araujo, de los hermanos Rafael y Eduardo Muñoz Talavera junto con Rafael Aguilar Guajardo y el de Pablo Acosta Villareal y algunos más.
En el caso de Félix Gallardo, considerado el capo de capos y de García Abrego, ambos fueron detenidos junto con sus principales lugartenientes, sin embargo sus organizaciones no desaparecieron, se fortalecieron.
Del Cártel de Guadalajara surgió la federación de grupos criminales que encabezó Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”. Con él se desarrollo el narcotráfico mexicano a nivel internacional con relaciones en Estados Unidos, Rusia, España, Tailandia, Laos, Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Perú y muchos más.
El Cártel de Tamaulipas o “Del Golfo” también expandió su área de influencia el país y hacia centro y Sudamérica, así como Estados Unidos, bajo la dirección de Osiel Cárdenas Guillen y su grupo armado conocido como “Los Zetas”.
Con la muerte de Amado Carrillo desapareció la federación y ello provocó que operaran de manera independiente y entraran en conflicto por las rutas de trafico y distribución de droga los cárteles de Tijuana, de Sinaloa o Pacífico, de Juárez, el de Jalisco, y el de los Beltrán Leyva.
La captura de Osiel Cárdenas derivó en la división del Cártel del Golfo tras la separación de “Los Zetas”, entre ellos tienen una guerra a muerte. Ambos grupos también mantienen conflictos territoriales armados con las organizaciones de la extinta federación del narcotráfico.
Hoy, el Cártel de Sinaloa, de acuerdo con las agencias de seguridad de Estados Unidos, es la organización del narcotráfico más importante del mundo. Pero la pregunta surge: ¿la captura de “El Chapo Guzmán”, de “El Mayo Zambada” o de “El Azul” dará como resultado una disminución en el tráfico, comercialización, distribución de drogas y armas?.
La captura de los jefes del narco no garantiza el desmantelamiento de la estructura financiera y de narco política que da vida a los cárteles de la droga.
QMEX/rha