
Libros ayer y hoy
¿Quién lo iba a pensar?, Elba Esther Gordillo formalmente presa y sin derecho a libertad bajo fianza; sujeta a una investigación por delincuencia organizada y lavado de dinero; con indicios de triangulación de recursos sindicales en Europa, Estados Unidos y Sudamérica; sus familiares y colaboradores a la “caza” de amparos contra órdenes de aprehensión; líderes sindicales –bajo sospecha- alineados con el actual gobierno. Justicia divina o ajuste de cuentas.
La maquinaria panista que la apoyó durante dos administraciones federales, hoy se encarga tímidamente de su defensa mediante el abogado Arturo Germán Rangel, vinculado al despacho del ex procurador Antonio Lozano Gracia y de Diego Fernández de Ceballos. ¿Existe temor de Felipe Calderón, por lo que podría declarar la lideresa magisterial ante el Ministerio Público Federal?
¿Hasta dónde piensa llegar el presidente Enrique Peña Nieto para recobrar el control del sector sindical? Es muy probable que haya una sucesión institucional similar a la que ocurrió cuando fue derrocado Carlos Jonguitud Barrios por Carlos Salinas de Gortari, pero aún se desconoce quién podría encabezar el sindicato más grande de América Latina.
A primera vista se descarta cualquier democratización del sindicalismo nacional, porque, aunque la acción judicial se ha limitado a depurar al gremio magisterial, siguen en la impunidad los líderes de los sindicatos petrolero, ferrocarrilero y minero, entre otros sobre los que hay indicios de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y otros lindezas más.
No se descarta la posibilidad de que el actual gobierno reactive y actualice a organismos laborales casi muertos, putrefactos, embalsamados, como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Confederación Nacional Campesina (CNC) y otros más que, durante los años de gobiernos priistas, le abonaron triunfos electorales mediante el férreo control corporativo.
Lo preocupante de todo esto es que lamentablemente nuestras autoridades de procuración e impartición de justicia actuaron, actúan y actuarán bajo consigna del Ejecutivo federal. Es cierto, las pruebas contra Elba Esther ahí están, y siempre estuvieron presentes, pero las encubrieron por motivos políticos e, incluso, de complicidad tanto los gobiernos priistas como panistas.
¿Qué hace falta para investigar e imputar responsabilidades penales a Carlos Romero Deschamps, a Víctor Félix Flores y demás dirigentes sindicales que poseen fortunas escandalosas…? Quizá, que renieguen del PRI y apoyen otros proyectos políticos; tal vez que la Unidad de Investigación Financiera de la Secretaría de Hacienda detecte transferencias a países calificados como paraísos fiscales como Gran Caimán, Bermudas, Panamá, Suiza, Liechtensten y Mónaco.
No vaya a pasar lo mismo que en el caso de la niña Paulette que, como el decir yucateco, “lo busco, lo busco y no lo busco”, por más que se esfuerzan no encuentran las evidencias, a pesar de que están frente a los ojos de los investigadores.
QMX/rha