Los magos y la gasolina
Creímos que por vivir en la capital estaríamos más seguros, pensamos que la violencia que se vive en el norte y centro del país no nos alcanzaría. Veíamos a los “levantones” como un fenómeno lejano, sin embargo no es así. La inseguridad se ha apoderado de la Ciudad de México, muy a pesar de las declaraciones triunfalistas de las autoridades federales y locales respecto a una supuesta disminución en la incidencia delictiva.
Con desconcierto, hemos visto como el gobierno de Miguel Ángel Mancera, en la capital del país, ha sido rebasado por los recientes hechos de violencia ocurridos en la calle de Tenochtitlán, en el barrio de Tepito, así como en un gimnasio de la colonia Morelos, en la delegación Venustiano Carranza, donde se registraron sendas ejecuciones.
También las autoridades han actuado de manera errática ante la desaparición de 12 jóvenes del bar After Heaven de la Zona Rosa, el pasado 26 de mayo; y cinco adolescentes más, cuyo paradero es desconocido, quienes se “esfumaron” luego de acudir al bar Virtual de la colonia 18 de marzo, en la delegación Gustavo A. Madero, desde el 21 de abril.
“Son hechos aislados”, nos repite la autoridad constantemente en los medios de información, y “nada tienen que ver con la delincuencia organizada”. No obstante, los capitalinos perciben que los carteles de la droga ya se disputan el control del Distrito Federal.
La Secretaria de Gobernación, el gobierno capitalino, así como las procuradurías General de la República y de Justicia del Distrito Federal, aseguran, cada cual por su lado y en el ámbito de sus competencias, que tales hechos son investigados y no quedarán impunes, pero lo cierto es que entre los habitantes de esta ciudad existen temores e inquietud ante lo que es tangible: información oficial contradictoria y caótica, pero sobre todo, falta de resultados.
Desde hace tiempo ya se percibía el acecho de los cárteles de la droga y el crimen organizado sobre la capital del país. Los índices de violencia crecieron paulatinamente en torno a la Zona Metropolitana, sobre todo en Huixquilucan, Lomas Verdes, Ecatepec e Ixtapaluca, entre otros municipios mexiquenses, donde incluso, se iniciaron patrullajes por militares y, en algunos casos, hasta de la Marina-Armada de México.
Por otra parte, desde principios de año comenzaron a registrarse ejecuciones en el corazón de la capital del país. El escenario fueron la Zona Rosa y la colonia Condesa, ambas en la delegación Cuauhtémoc. Los hechos violentos se han extendido progresivamente a otras zonas de la capital, hechos que derivaron en el “innombrable” levantón de adolescentes tepiteños.
Tal parece que el destino nos ha alcanzado.
QMX/rha