ENQUADRE: Tan lejos y tan cerca

Con la muerte de Rubén Zuno Arce termina una etapa. Culpable o inocente, tuvo que enfrentan a la justicia norteamericana por la responsabilidad de haber participado en la muerte del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar en 1985, que por aquel entonces investigaban las actividades del Cártel de Guadalajara.

En prisión se encuentran todavía sus presuntos cómplices, Miguel Ángel Félix Gallardo “El Jefe de Jefes”, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo. Todos ellos habrían planeado la muerte de agente norteamericano luego de que éste intervino en la detección y destrucción de 15 mil hectáreas de mariguana localizadas en el rancho “El Búfalo” del estado de Chihuahua, en 1984.

Lo cierto es que el narcotráfico, no hubiera podido desarrollarse sino hubiera contado con la complicidad de autoridades federales, estatales y municipales, así como de empresarios y de políticos tanto para el tráfico de drogas como para el lavado de activos en la banca nacional.

Hoy recordamos a lo lejos como Félix Gallardo y sus lugartenientes se relacionaban con la alta sociedad de Jalisco, Sinaloa, Baja California, Sonora, Querétaro, Chiapas, Veracruz, entre otros. De ahí, se ubica la relación de Zuno Arce con el narcotráfico.

Al mismo tiempo, en Nuevo León y Tamaulipas se conformaba otra estructura delictiva que encabezó Juan Nepomuceno Guerra y Juan García Abrego, que derivó en el Cártel del Golfo. Al igual que su similar de Guadalajara, contó con el respaldo de autoridades corruptas de los tres niveles de gobierno.

Rubén Zuno Arce estuvo preso durante 23 años, hay quien asegura que fue inocente, víctima de alguna venganza política y de testigos falsos, como en el caso de Humberto Alvarez Machaín, a quien también se trató de involucrar en el crimen de Camarena Salazar, luego de que agentes de la DEA lo secuestraron en nuestro país.

Hoy, el Cártel de Sinaloa o del Pacífico, es el heredero directo del Cártel de Guadalajara. Se transformó y se fortaleció. Con Félix Gallardo el narcotráfico tendió sus vínculos en las estructuras económica y política de México; con Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, se fortalecieron los vínculos internacionales y con Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán” se ha convertido en una industria trasnacional.

QMex/rha