Escenario político
@guerrerochipres
Decir que era una broma, que se trata de un acercamiento divino o que son prácticas tradicionales resulta inadmisible ante situaciones que representan abusos a niñas, niños y adolescentes.
La viralización del video donde se aprecia al Dalái Lama, el líder espiritual tibetano, besar a un niño en la boca y pedirle que le chupe la lengua, lleva a la revisión de señalamientos anteriores que han sido desatendidos y no se deben normalizar.
Luego de que se hiciera pública esta imagen, en un comunicado en su cuenta oficial de Twitter el Dalái Lama Tenzin Gyatso, premio Nobel de la Paz en 1989, ofreció disculpas bajo el argumento de que se trató de una broma. En redes algunos usuarios arguyeron que fue un gesto de respeto y humildad.
Hace 5 años, en redes sociales se viralizó la etiqueta #MeTooGuru e investigaciones periodísticas en China y Holanda —donde se estima que hay unos 65 mil budistas— revelaron abusos perpetrados por maestros budistas tibetanos, monjes y laicos, que incluso llevaron a las víctimas a reunirse con el Dalái, sin resultados.
Un documento presentado a las autoridades chinas señaló a monjes del Templo Longquan de Pekín de acosar sexualmente y agredir a monjas, algunas de ellas menores de edad, a quienes exigían total obediencia y favores sexuales como parte de su estudio.
En Holanda estudiantes del budismo denunciaron que sufrieron abusos sexuales cuando eran menores de edad, que se habrían registrado desde la década de los 70.
Desestimar los abusos sexuales o normalizar conductas que atentan contra el interés superior de la niñez ha llevado a casos como los del padre Marcial Maciel, líder de los Legionarios de Cristo, o Naasón Joaquín, de la iglesia Luz del Mundo.
EN 1997 conocí a víctimas de Maciel, entonces personas adultas que describieron la forma como fueron engañadas y el miedo a enfrentar a su victimario. En aquel año publiqué el primer reportaje iberoamericano que denunció el abuso sexual del fundador de los Legionarios contra siete integrantes del cuerpo de aspirantes al seminario. Fueron muchas más las víctimas.
En su momento no les creyeron. La relación de poder del victimario sobre la víctima se impuso y profundizó la situación de vulnerabilidad.
Desde el Consejo Ciudadano de la CDMX impulsamos la noción de creer siempre a las niñas y niños, y brindamos apoyo jurídico y emocional 24/7, confidencial, gratuito, a todo el país, por medio de la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza 55 5533 5533.
Ninguna costumbre o práctica tradicional justifica los abusos a la niñez.
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo de Seguridad y Justicia de la Ciudad de México