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Corre la versión de que el caso de la maestra Elba Esther Gordillo Morales fue pactado en Los Pinos para atenuar presiones políticas, prestigiar al gobierno de Enrique Peña Nieto y mostrarlo al mundo como un Presidente sólido, firme y dueño del poder; incluso, habría puesto a Carlos Salinas de Gortari un dique a su activismo y que éste se disciplinó sin chistar.
Palabras más, palabras menos, hace unas semanas corrió la versión de que Peña Nieto citó en su oficina, en Los Pinos, al ex presidente Salinas para decirle que le reconocía su respaldo y, en atención a su calidad de ex mandatario, le pedía que cualquier asunto que quisiera tratar se lo planteara personalmente, no a sus colaboradores.
El mensaje se habría orientado a frenar ciertas influencias y recomendaciones del ex Presidente entre los integrantes del gabinete para instalar en puestos clave a gente de su confianza, recomendaciones aceptadas y tramitadas por la estrecha relación entre Peña Nieto y Salinas de Gortari.
Incluso, una de ellas, de inocultable filiación, tiene cargo en el gabinete. Esta posición, empero, tiene el doble carácter: un pago de favores recibidos y la importancia de la opinión de Carlos Salinas en decisiones de gobierno, estrategias operadas para apuntalar a Peña Nieto como Presidente fuerte, con carácter y visión para concretar la estrategia de poder tribal trazada hace cuatro décadas.
Pero, bueno, según la versión no confirmada ni desmentida, al menos públicamente, Carlos Salinas entendió el objetivo del mensaje de Peña Nieto y comentó a sus allegados que hay Presidente y, por ende, se iría del país una larga temporada.
Sin embargo, hay otra versión que muestra el calibre de los acuerdos y vínculos políticos de cuatro personajes que arrancaron el proceso de nominación del candidato del PRI a la Presidencia de la República hace unos cuatro años y en territorio mexiquense.
El pacto fue entre Beatriz Elena Paredes Rangel, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Emilio Gamboa Patrón y Enrique Peña Nieto. Y, al centro de ellos, el conciliador y coordinador experto: Carlos Salinas de Gortari, para operar la nominación sin complicaciones, recuperar al partido, entonces liderado por Beatriz e impulsar una campaña triunfadora que reinstalara al PRI en Los Pinos.
Peña Nieto fue candidato y es el Presidente de México, reinstaló al PRI en Los Pinos; Gamboa, coordina a la mayoría priista en el Senado; Manlio es líder y oráculo en la Cámara de Diputados; Beatriz se fue a Brasil a cumplir su sueño diplomático.
¿Y Carlos Salinas? Una noche de fiesta con invitados especiales, en una mesa apartada del fandango, ya de madrugada, el ex Presidente alzó los brazos de Peña, Gamboa y Manlio: “¡Estos son mis gallos!”, exclamó. Usted juzgue. Digo.
QMX/msl
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