Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
No hace mucho el PAN era gobierno. Hoy, sus prohombres incurren olímpicamente en la práctica de la desmemoria. Total, ya son oposición y desde ese basamento es fácil cuestionar y descalificar lo que en su momento defendieron como cruzada personal.
Dos temas son de recurrente crítica panista, de la mano del perredismo que no sorprende por esa praxis que es muy suya. En el caso del panismo es mirar en el espejo retrovisor y esconder los archivos, como en su momento ocurrió con el PRI cuando fue oposición y se pasó doce años con el recuerdo de los tiempos idos, como los abuelos que presumen de que todo tiempo pasado fue mejor.
En fin. La desmemoria es basamento de la crítica recurrente y la exigencia de actos de gobierno que en su momento los partidos no ejecutaron cuando estuvieron en el poder. Eso ocurre en los tres niveles de gobierno. Y es una lástima que en esa desmemoria se acabe la combatividad propositiva. De lo que se trata de ese joder al vecino.
Bien. Sin duda el PAN y el PRD están de plácemes por la destitución del secretario de Finanzas del gobierno de Veracruz, Salvador Manzur Díaza, a consecuencia de la delación pública de sus andanzas con connotados priistas, como Ranulfo Márquez, delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en esa entidad, para hacer chapuza con los programas de asistencia social a favor de la causa tricolor en la elección que se dirimirá en las urnas el domingo 7 de julio próximo.
Criticable, censurable, condenable, lo que usted quiera y mande, pero es un crimen utilizar el hambre del prójimo para comprarle algo más que su voto: la voluntad por una despensa. Aunque, usted lo sabe, esta práctica no es nueva ni mucho menos privativa de un gobierno, de un partido y menos del candidato o dirigente. Todos van por el voto y por ése apuestan todo.
Plausible la caída del financiero Manzur, aunque Ranulfo Márquez no habrá de seguir la misma ruta porque con la cabeza de un funcionario se apaciguan las aguas y, después de la elección veracruzana ya lo encontraremos en otro cargo. Así es esto. Pero, estábamos en eso de criticar y censurar lo que en su momento no combatieron como gobierno.
Recuerdo a Abel Ignacio Cuevas Melo, diputado federal en la LVIII Legislatura cuaderno de doble raya de Felipe Calderón, a la sazón coordinador de la bancada panista y camarada de Beatriz Paredes Rangel y de Martí Batres Guadarrama, el mismísimo aguerrido legislador que se fusilaba sus iniciativas de cuando fue asambleísta.
Cuevas Melo, fue el brazo operador de Calderón en los dineros de la Cámara de Diputados. Por ejemplo, en una auditoría seria al gasto ejercido en la remodelación del edificio E, seguramente su nombre saldría en la cuadricula del debe y el haber con un gastazo poco creíble mas de suyo embolsable sin rendir cuentas. Y fue el mismo Cueva que en Veracruz, como delegado de la Sedesol hizo lindeza y media para evitar que Fidel Herrera Beltrán ganara la gubernatura, es decir, también repartió ayuda social a nombre del PAN.
Luego llegó Miguel Ángel Yunes Linares e hijo, e hicieron lo propio en tiempos más recientes en operación contra la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Y, bueno, ahora el PAN combate y desnuda a los priistas que hacen exactamente lo mismo, aunque con la mala pata de que los pescaron en el diseño de la estrategia para hacer chapuza en el proceso electoral y usar la Cruzada Nacional contra el Hambre a favor de la causa tricolor.
Por supuesto, éste tipo de operaciones son absolutamente condenables, vengan del color o de las siglas que vengan, pero que no nos salgan con la cínica postura justiciera de invocar a la pulcritud electoral cuando, insisto, como gobierno han sido más o peor corruptos, como si la corrupción tuviera su top ten.
Y luego, esta postura del coordinador de los diputados federales del PAN, Luis Alberto Villarreal García, con la exigencia de que el gobierno federal aclare los parámetros en los que se basa para aplicar los periódicos incrementos al precio de las gasolinas y hacia dónde dirige los recursos captados por este concepto.
¿Acaso no fue enterado de este asunto en el sexenio pasado? De plano, el guanajuatense piensa que los mexicanos somos menores de edad. Olvida que ese incremento mensual no es nuevo y que en la administración de Felipe Calderón el PAN lo defendió como algo personal dizque porque era necesario terminar paulatinamente con los subsidios a los combustibles y reinvertir recursos en la industria petrolera. Respondida su pregunta, don Luis Alberto. Sin duda, protesto contra la carestía, pero la desmemoria del PAN, simple y llanamente son ganas de joder al vecino. Conste.
QMX/msl