ENTRESEMANA: Gajes del oficio…legislativo

12 de diciembre de 2012
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9:50
Moisés Sánchez L.

Sin duda, la apuesta y el objetivo del presidente Enrique Peña Nieto es llevar la fiesta en paz y lograr los consensos en torno a sus iniciativas en el Congreso de la Unión. Tal era el fin que se persiguió con la propuesta de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, cuestionada de antemano por la oposición legislativa bajo la premisa de abonará a la elevación de súper secretaría a la de Gobernación.

Sin embargo, en la Cámara de Senadores se atoró dizque por un desacuerdo con la reforma al artículo 27 fracción XVI, que la bancada del PRI se reservó en la sesión del jueves seis de diciembre y que tiene que ver con la facultad del Senado para ratificar los nombramientos del Comisionado Nacional de Seguridad Pública y del secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, que dependerán de la Secretaría de Gobernación.

Ese jueves, cuando todo indicaba que la sesión del pleno senatorial concluiría con una civilizada discusión en torno de dicho artículo, una vez que en lo general se había aprobado la reforma de la citada Ley Orgánica que facultará al presidente Peña Nieto realizar los ajustes que requiera la estructura de su naciente administración, panistas y perredistas reventaron de manera ñoña la sesión al declarar, el presidente camaral Ernesto Cordero, la falta de quórum.

Ese día, los senadores Héctor Larios y Javier Corral dijeron lindezas de Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la fracción parlamentaria del PRI.

Y todo indicaba, para quienes no conocen de estos menesteres de la política legislativa y sus entretelones y medias verdades o medias mentiras, que habría una seria y severa ruptura entre las principales fuerzas políticas representadas en la Cámara alta, con repercusión en el Pacto por México.

Hubo quienes acusaron resquebrajamiento en éste, o el fin de su existencia. Pero el paseo por la Alameda, al día siguiente, de los coordinadores parlamentarios senatoriales, encabezados por Gamboa, fue un mentís y confirmó que se ponían de acuerdo merced a concesiones de rigor.

Gamboa Patrón se había mostrado como un novato en estos menesteres, incapaz de concretar un acuerdo senatorial para sacar sin raspones la iniciativa de reforma del presidente Peña Nieto, pero lo real es que la disputa por las enmiendas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal trascendía a ese artículo 27, a cuyo ordenamiento el PRI pretendió darle carácter constitucional.

El tema es de plazas, de las miles de plazas que gente de confianza del PAN asumió con el pretexto de que era parte del servicio civil de carrera, pero que en realidad se alza como una especie de Caballo de Troya para que el panismo siga influyendo –o provocando tropezones–en la administración pública, cuestión que variará sustancialmente una vez que la reforma fue aprobada en el Senado y se espera que en la Cámara de Diputados se ratifique la minuta.

Para allanar esa aprobación, en la sesión de este martes 11 de diciembre, el PRI no sólo retiró, vía Raúl Cervantes, la reserva, sino que incluso, junto con la bancada del PVEM, se abstuvo en la votación y todo en paz, aquí no ha pasado nada.

Al respecto, el beligerante senador panista Javier Corral, el mismo que acusó a Gamboa de llevar al Pacto por México al descarrilamiento, varió sustancial y esencialmente su postura y discurso. A saber:

“Me parece que es buena la decisión del Grupo Parlamentario del PRI de reconsiderar y de retirar su reserva. Ese era el acuerdo original, en realidad lo que regresamos fue al nivel donde habíamos empezado hace dos semanas. ¡Qué lástima que pasamos por ese episodio!, pero también son gajes del oficio, parte de la vida parlamentaria de un Congreso que está activo, que está actuante, que está deliberando, que está trabajando intensamente. Es un signo de la vitalidad del Congreso”.

Fue como uno de esos choques llamados lamineros, donde cada conductor se queda con el daño ocasionado a su vehículo. ¿No pasa nada? ¿Todo en paz? Bueno, como dice el chihuahuense Corral, son gajes del oficio.

Pero esos gajes del oficio pueden tener severo impacto en la vida del país, porque ahí tiene usted la reiterada inexperiencia del senador presidente Ernesto Cordero, quien aceptó la aprobación de la reforma a mano alzada, es decir, de manera económica, cuando se requiere del voto nominal, vía tablero electrónico. El yerro fue corregido a petición de los senadores Luis Miguel Barbosa y José María Martínez. ¿Gajes del oficio? Inexperiencia, diría; aunque en mi pueblo le llaman de fea manera.

La reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública otorga a la Secretaría de Gobernación las nuevas funciones de Seguridad Pública, que incluyen el mando de la policía federal, del sistema penitenciario y la prevención del delito. Además, desaparecerá la Secretaría de la Función Pública al dar paso a la creación de la Comisión Anticorrupción y se modifica la denominación y funciones de la Secretaría de la Reforma Agraria, será Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, porque absorbe atribuciones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en materia de desarrollo y vivienda.

Y ello implica ajuste de personal, el fin del agandalle panista en la alta burocracia, mediante la calificación de quienes ocupan plazas del servicio civil de carrera, el factor en disputa. Hay dependencias donde no existe un espacio para nombrar al equipo de los nuevos funcionarios. ¿Gajes del oficio legislativo? Conste.

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QMX/msl

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