Abanico
Imaginemos al ingeniero mecánico Genaro García Luna en el papel de la malvada madrastra, en la puesta en escena de Blancanieves a la mexicana, obra homónima de los hermanos Grimm.
En Wikipedia aparecen apuntes biográficos de este ingeniero mecánico egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, nacido el 10 de julio de 1968. Pero, a ojo de buen cubero se nota que, mínimo, alguien o por encargo de alguien le metió mano mostrándolo más como el príncipe valiente que la malvada madrastra.
¡Ah!, porque en esos apuntes al ingeniero García Luna lo dibujan, amén de escritor y buen entendedor de la filosofía azteca, como un súper policía, modernizador de la policía mexicana, aunque seguramente no le han dicho que la vox populi ha cambiado aquel dicho de “pareces policía chino” por el de “pareces policía mexicano”, que lleva implícita la analogía de misterioso y pendejo. Conste que utilizo el adjetivo colombiano que quiere decir tonto.
Bueno. Estábamos en eso de que en la obra homónima de los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, el ingeniero García Luna representaba el papel de la malvada madrastra que le quiso poner en la suya a la bella Blanquita, porque ésta le disputaba el primer sitio en belleza en el reino.
Y mire usted, lo de menos es quién represente el papel de Blancanieves. Lo que importa es que García Luna (súperpoliceman en la versión de Wikipedia) aparece como la malvada madrastra que se apodera del reino y hace de las suyas, aunque al final de cuentas el espejo le dice la verdad que le duele, molesta y lleva a tomar la decisión de echarse al plato a Blancanieves nomás para que no le haga sombra como la más bella del reino.
Así, el ingeniero mecánico metido a policía y encumbrado como el más fregón de la pradera, con demostradas y comprobadas dotes de director de cine, escritor de guiones cinematográficos y encantador de serpientes y escaleras, es decir, de columnistas que no ocultan el recurso fresco que engorda sus cuentas y espacios y medios impresos y no tanto, es la madrastra que un día sí y otro también pregunta al espejo mágico:
“Espejito, espejito, quién es el policía más fregón del reino de calderolandia (en vías de extinción)?
Y, por supuesto, con voz cavernosa el espejo le responderá: “Tú, Genaro, tú y nadie más que tú”.
Pero al espejo, cuestiones burocráticas de por medio, como debe de ser, le faltaría agregar: (…) Pero recuerda que el encanto se te acaba el último minuto del 30 de noviembre de 2012 y llegará Blancanieves para quitarte lo bello y chingón para ponerte en riesgo de ir a chirona por tus falsos montajes de súper policía”.
Usted dirá que es un cuento. Sí, la analogía tiene ese sustento, pero fundamentado en un hecho real e incluso difundido por la oficina de prensa de la Secretaría de Seguridad Pública (federal), que, entre otros estados de ánimo, mueve a aquel que en mi pueblo llaman encabronamiento contra quien pretende tomar el pelo al respetable, al ciudadano más común que corriente como su servidor.
Ahí le va la nota que leí poco antes del mediodía del jueves 15 de noviembre (15 días antes de concluir el calderonato) y dio pie a esta entrega. Por supuesto, va mi reconocimiento al ingeniero García Luna por haberme dado el tema de esta entrega de Entresemana porque, como dice Joaquín López-Dóriga, sin estos funcionarios no seríamos nada. A saber:
“CIUDAD DE MÉXICO, 15 de noviembre.- El secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, recibió un reconocimiento por su trabajo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Federal ya que fue considerado como uno de los pilares de la construcción de instituciones con respecto a la seguridad.
El titular de la SSP dirigió un mensaje a los servidores públicos y manifestó su interés porque el Estado Mexicano siempre les retribuya su convicción, dedicación y esfuerzo por estar al servicio de esta institución.
En la misma ceremonia García Luna entregó Premios, Estímulos y Reconocimientos Civiles 2012 a 56 trabajadores y funcionarios que cumplen de 25 a 30 años en el Servicio Público Federal, y mencionó “hoy México tiene capacidades muy superiores en materia de seguridad, es un espacio nuevo que ustedes van mejorando y que México antes no tenía”.
Los Premios, Estímulos y Reconocimientos Civiles 2012, tienen por objeto determinar las normas que regulan el reconocimiento público que haga el Estado de aquellas personas que por su conducta, actos u obras, merezcan los premios, estímulos o recompensas”.
Ahí se lo dejo de tarea. O, mínimo, para consumo personal. Conste.
QMX/msl