ENTRESEMANA: Onda expansiva

Así es esto que anunció el sábado último, de enderezar ante la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada (SIEDO) denuncia penal contra Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, por presuntamente haber alterado un documento relativo a una transferencia electrónica por más de 50 millones de pesos que habría hecho Luis Videgaray, cuando secretario de Finanza del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Pero Monreal esgrimió una referencia que da color en el fondo de la denuncia: el priismo de Carstens. Y también aludió a otros funcionarios de la administración de Felipe Calderón que, según él, han participado en actos perjudiciales para la salud económica, social y democrática de México. Vaya, hasta el caso de la agresión de federales contra funcionarios de la embajada de Estados Unidos, lo ligó al grave deterioro social en el que el gobierno calderonista ha sumido al país.

Entonces se le planteó, en la conferencia de prensa que ofreció en el Palacio Legislativo de San Lázaro, si hay evidencias de que en la administración federal hay altos funcionarios de filiación priista que, con respaldo incluso de sus colegas panistas, han operado en lo que él llama la “canallada” electoral, por qué no acusar, de plano, al gobierno federal de haber sido cómplice en esa elección que las izquierdas consideran no fue libre ni auténtica.

Monreal pescó este otro elemento y lo asumió como un punto que se evalúa, es decir, para acusar al gobierno federal de complicidad en el fraudulento proceso en el que perdió Andrés Manuel López Obrador.

–Hay una figura que procede, Ricardo, la de la omisión y ésta es castigada como responsabilidad de funcionarios públicos—se le indicó.

–¡Claro!—aceptó. Y convino en que se pulsa la demanda, pero también en contra de consejeros y magistrados electorales.

Vaya, en este escenario de la onda expansiva, la de lanzar la piedra hacia la multitud en espera de que alguien reacciona, el aún senador por el Partido del Trabajo y coordinador electo de la bancada de Movimiento Ciudadano en la naciente LXII Legislatura de la Cámara de Diputados pretende acusar a dos de los tres Poderes de la Unión de confabularse para impulsar el triunfo de Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, no hay posibilidad alguna de que la denuncia que interponga Monreal, por de pronto en contra de Agustín Carstens ante la SIEDO, impacte al litigio que se ventila en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para invalidar la elección presidencial.

El ex gobernador de Zacatecas y fiel seguidor de Andrés Manuel López Obrador está decidido a usar cualquier pretexto, denuncia e incluso suposición –como ésta de considerar al gobierno de Felipe Calderón cómplice del priismo para fraguar la derrota del tabasqueño—para meter ruido y dar por sentado que hubo nuevamente compló para evitar que el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal llegara a la Presidencia de la República.

Se reconoce, sin duda alguna, el papel que desempeña Ricardo Monreal. Y no le queda de otra; operar en contrario reduciría sus bonos y margen de maniobra, sobre todo ahora en la Cámara de Diputados donde se cogobierna e influye en las políticas públicas. Desde ahí garantiza plataforma a López Obrador.

En todo caso, cuando como se espera el Tribunal Electoral entregue la constancia de mayoría a Enrique Peña Nieto y lo declare Presidente electo, Monreal puede presumir que, como los clásicos en el futbol, perdió de cara al sol.

Y en esa derrota llevará un triunfo implícito, éste de haber metido en aprietos no sólo a consejeros y magistrados electorales, también a Felipe Calderón de cuya administración dejará la sospecha de haber sido colaboracionista del PRI para derrotar al Movimiento Progresista, es decir, a Andrés Manuel López Obrador.

Lo cierto es que la onda expansiva y sus consecuencias tienen sin cuidado al PRI. En el Senado, Emilio Gamboa Patrón avanza en pos de los consensos y se reúne con sus contrapartes del PAN y del PRD, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa.

En la Cámara de Diputados, este lunes Manlio Fabio Beltrones y sus 206 compañeros de bancada, define agenda y prioridades legislativas, fundadas en el proyecto de Enrique Peña Nieto. Y también en pos de los consensos, los acuerdos para sacar adelante reformas que están atoradas.

Emilio y Manlio conocen bien a sus contrapartes. Y uno de ellos es Ricardo Monreal, autor del modus operandi de esta onda expansiva que se desdibujará esta semana. Digo.

[email protected]

QMex/msl