ENTRESEMANA: Y cuando el PAN despertó…

07 de enero de 2013
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1:15
Moisés Sánchez L.

¡Ah!, 2013; la vida pasa factura

Sí, cuando el PAN despertó del sueño del poder de dos sexenios, el dinosaurio todavía estaba allí… Ilustrativa analogía del microrrelato de Augusto Monterroso en la realidad que el Partido Acción Nacional asume en su retorno a la oposición, una vez que dilapidó la dorada oportunidad de demostrar que puede ser gobierno y no un club de amigotes o fábrica de nuevos ricos.

En doce años el PAN se ocupó más de afianzar el círculo del poder en torno a los dos presidentes de la república emanados de sus filas, que de consolidarse como partido y asumir las nuevas realidades nacionales. Siempre con la vista en el pasado, para justificar yerros graves, Vicente Fox y Felipe Calderón demostraron lo que era vox populi: incapacidad para gobernar.

Ambos fueron para el PAN lo que Ernesto Zedillo para el PRI, aunque mientras éste, con la sana distancia terminó por abandonar al tricolor a su suerte, los otros se apoderaron del albiazul y lo ajustaron a sus intereses personalísimos, coto de un grupo selecto que se benefició de las mieles del poder. Y le partieron el espinazo.

A ello debe sumarse las disposiciones estatutarias y la pragmática manera del PAN de hacerse de militantes y simpatizantes, de candidatos externos o adherentes que, al final de cuentas carecen de convicción partidista, no asumen compromiso alguno con el partido y lo pueden abandonar en el momento que se les pegue la gana.

Por eso, Vicente Fox, Marta Sahagún, el ex gobernador yucateco Patricio Patrón Laviada y su contraparte tlaxcalteca, Héctor Ortiz, amén de una pléyade de empresarios VIP, de la mano de otros menos famosos panistas de fachada y poco más de millón y medio de ciudadanos decidieron no refrendar su militancia en el Partido Acción Nacional.

Un decisión de esta naturaleza devuelve al PAN su vieja condición de partido de oposición que tardó medio siglo en ganar una gubernatura, la de Baja California, con Ernesto Ruffo Appel cuya militancia era de unos cinco años en las filas albiazules. Desde 1989, el PAN se ha mantenido en el poder en aquella entidad, pero en su nueva realidad está en riesgo de volver a la oposición.

Se dirá, en litigio epistolar que al PAN le escamotearon triunfos anteriores al reconocido en Baja California, por ejemplo el de Luis Héctor Álvarez en la contienda por el gobierno de Chihuahua que lo llevó a declararse en huelga de hambre en1956. Pero eso fue historia de la que aprendió el panismo, mas cuando llegó al máximo poder político olvidó las enseñanzas y comenzó a gobernar con la vista puesta en los errores y pillerías –por usar un eufemismo—de los gobiernos priistas.

El PAN amanece en 2013 con cerca de 400 mil militantes rumbo a una elección fundamental en su historia, la de mantener el poder en Baja California. Y se ha dado cuenta que el PRI todavía está allí. Conste.

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QMX/msl

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