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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de abril de 2020. — A decir de Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa de laboratorio de Genética Molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM, esta pandemia se asemeja mucho a la ocurrida durante la Primera Guerra Mundial, por lo que se debe actuar en consecuencia.
“Si hay algo de este siglo que será mencionado a través de la historia, sin duda alguna, será de este virus. Condenados a vivir con él en lo que llega una cura, un tratamiento o mejores formas de diagnosticarla, el ser humano deberá de adaptarse a él, como lo ha hecho con otros tantos”, dijo, de acuerdo a un artículo de UNAM Global.
Si bien todas las epidemias que hemos vivido «nos han dejado mucho aprendizaje», la historia nos ha demostrado que, de no actuar con rapidez y contundencia desde el inicio, el coste de la vacilación será muy cara.
“Si se vacila y se actúa con lentitud y miedo, se le da ventaja al patógeno, lo que significa que siempre vamos a perder”.
En entrevista con Deyanira Morán, conductora de Prisma RU de Radio UNAM, la doctora Ximénez-Fyvie comentó que el cometido no es resignarnos y sentarnos a esperar a que ocurra lo que va a ocurrir, sino todo lo contrario: detenerlo, hacer todo lo posible para que nadie se infecte.
“Existe una falsa percepción de que lo que está pasando estaba predestinado. Todo lo que sucede y sucederá es consecuencia de las decisiones y acciones que se han ido tomando”.
A este respecto, mencionó las acciones que llevan a cabo países como Dinamarca, Nueva Zelanda y Taiwán, quienes se encuentran en condiciones radicalmente diferentes al resto del mundo.
En Nueva Zelanda, por ejemplo, la primera ministra optó por la estrategia de eliminar el virus al cerrar fronteras y mandar a toda su población a cuarentena en cuanto tuvo el primer caso. Una decisión difícil que, sin duda, sólo fue tomada en los altos niveles de gobierno, concluyó.