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Por Olivier Acuña / Especial para Quadratín México
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de abril (Quadratín México).- Hace una semana el artista visual Ernesto Ríos, nacido en Cuernavaca en 1975, inauguró su exposición individual Pyramidal-labyrinths en la Galería Anna Pappas, en la ciudad de Melbourne Australia. En esta muestra expuso una serie de pinturas monocromáticas de diversos formatos en las que explora estructuras laberínticas y construcciones piramidales en donde se pone de manifiesto su singular lenguaje visual.
La verdad sea dicha que es un orgullo para muchos mexicanos que un artista nacional logre el alcance de este artista visual de origen morelense, quien por lo menos en mi caso, hasta hoy conocemos y reconocemos por su obra.
La Galería Anna Pappas de Melbourne en donde se presenta la obra reciente de Ríos, es actualmente reconocida como una de las mejores galerías de Australia y desde hace una década representa a artistas internacionales de Australia, Europa, Asia y América.
Ríos nos cuenta a Quadratín México que su obra que se presenta actualmente forma parte de una investigación doctoral en artes visuales que realiza gracias a una beca completa que le otorgó por cuatro años consecutivos la Universidad Royal Melbourne Institute of Technology de Australia.
En una entrevista con esta agencia de noticias, Ríos explica que actualmente está más enfocado en desarrollar formas y geometrías que generen movimiento y recorridos visuales en la superficie del cuadro.
“No estoy usando una gran gama cromática, me interesa por el momento concentrarme en recrear las influencias iconográficas de mi investigación, desarrollar nuevas formas geométricas, generar una en la repetición de elementos que se pueda relacionar con la música. Y al mismo tiempo me gusta explorar el espacio como si fuera un arquitecto diseñando ciudades utópicas o quimeras del futuro.
“Me interesa como creador explorar el valor simbólico, religioso, matemático y filosófico de la temática laberíntica que tiene más de cuatro mil años de historia”
Para los que viven en Melbourne, se les informa que hasta el 11 de mayo podrán contemplar y apreciar la obra de este joven talento mexicano.
Ríos y su visión, introspección, inspiración e historia
En palabras de Ríos, “la visión de la galería reconoce y promueve las contribuciones artísticas contemporáneas que impactan creativa y culturalmente los discursos de nuestro tiempo”.
La galerista Anna Pappas, está conciente del impacto de la globalización y por ello participa en ferias internacionales como la de Melbourne, Hong Kong, Corea del Sur, Singapur y varias en Estados Unidos.
Las obras que integran la exposición de Ernesto Ríos, forman parte de su investigación doctoral que el artista ha desarrollado metodológicamente desde hace más de tres años, en torno al tema del laberinto y su relación con la ciudad, el tiempo y el espacio, la geometría y las matemáticas.
Él mismo explica que su proceso artístico se ha nutrido con entrevistas a autores que han trabajado el tema, la visita a museos y laberintos en diferentes partes del mundo, lógicamente sustentado en la observación visual de diseños antiguos y su recreación contemporánea.
“Después de terminar mis estudios de Maestría en Telecomunicaciones Interactivas en la Universidad de Nueva York, tuve la fortuna de que la universidad RMIT en Australia, me becaran por cuatro años consecutivos, para desarrollar mi proyecto de investigación y producción visual”, dijo a Quadratín México a través de una entrevista por correo electrónico.
“Me dieron un estudio en la calle principal de ‘Swanston en Melbourne y desde entonces, he tenido todo el respaldo de esta institución educativa para desarrollarme con plena libertad en un ambiente de alto rigor académico y artístico.
“Del 2004 al 2006´, mientras realizaba mis estudios en Telecomunicaciones Interactivas en Nueva York, me enfoqué en desarrollar proyectos multimedia y experimentar con sensores y diversos programas”, dijo y continuó: “Tuve que aprender programación y trabajé con software como Processing, Max MSP/ Jitter, poderosas plataformas creadas por algunos de mismos maestros con quien estudié y trabajé”.
El artista relata que después de este periodo, sobre todo digital, “me enfoque a trabajar con nuevos medios y fotografía, hasta que llegó el momento en que necesité establecer un equilibrio entre los medios electrónicos y los materiales tradicionales, incluyendo algunos ancestrales, como la aplicación de oro y pigmentos naturales en diseños laberínticos.
“Desde que inicié mi doctorado, comencé a reutilizar los pinceles, los lápices. Echaba de menos trabajar con las manos, con el tacto. Extrañaba el olor que producen los aceites, o el copal al mezclarse con la cera, las texturas de las telas y el papel. Necesitaba crear obras que no dependieran de la luz eléctrica o de una computadora, sino que estos instrumentos estuvieran solamente al servicio del proceso de creación.
“Después de varios años de investigación y trabajo, he logrado crear un puente que me permite trabajar lo mismo con software actual y materiales que se han utilizado durante siglos. Utilizo diversos programas que me permiten desarrollar geometrías complejas y visualizar en 3D imágenes que estaban almacenadas en mi cerebro. Gracias a estas herramientas puedo plasmar ideas que de otra manera sería mucho más complicado de traducir.
“Como artista visual me interesan los proyectos a largo plazo. Hasta ahora esa ha sido mi forma de trabajar. Me gusta investigar a profundidad un tema y no tocarlo de manera superficial. Por esta razón mi metodología me llevó a estudiar un PhD (doctorado).
“Muchos artistas consideran que como creadores no necesitan de estudios superiores, pero personalmente considero que toda actividad humana debe aprovechar, tanto los conocimientos de antaño, como el caudal extraordinario del herramental actual.
“En mi caso ésta vivencia académica ha sido extremadamente positiva y enriquecedora tener acceso a tecnologías y a un herramental que antes no estaban a mi alcance, trabajar con método y con sistema, resultan ser los mejores cómplices y aliados de la llamada ‘inspiración’, para que ésta se materialice y supere la mera subjetividad que generalmente prevalece en muchos artistas”.
Ríos manifestó en breve que “solamente con técnica y disciplina, como lo han demostrado los grandes maestros a través del tiempo, se pueden lograr obras de calidad y conceptualmente trascendentes”.
El artista mexicano manda un mensaje a jóvenes y adultos, mediante el cual asegura que nunca debemos abandonar el estudio y la obtención de conocimientos.
“El rigor académico para hacer un doctorado ha cambiado mi manera de producir y de entender la labor del artista”, explayó.
Los laberintos
“Los laberintos son diseños tan antiguos como la búsqueda a la que aparecen indisolublemente ligados”, explica el joven artista.
“El estudio de estas formas antiquísimas, que son herencias milenarias, con recursos actuales, me permite realizar recreaciones propias del tiempo al que pertenezco. Mi interés por los laberintos tiene una relación directa con mi introspección y encuentro como artista”. Y continúa: “El Laberinto es uno de los temas mitológicos universales, más antiguos e importantes que se han desarrollado. Desde hace más de cinco mil años antes de nuestra era comenzó a aparecer en diversas geografías. A partir de la de tradición oral, floreció como una representación literaria y visual en lugares tan diversos como Siberia, Australia, Egipto, Grecia, Irlanda, Portugal, España, Grecia, India, Rusia, Italia, Oriente Medio, África del Norte, Turquía, Afganistán, Pakistán, Indonesia, el sudeste de Asia y en América del Norte y Sudamérica”.
Para el artista, la esencia del laberinto es una búsqueda e introspección, que consiste en enfrentar el camino para encontrarse a uno mismo. Ríos considera que el laberinto es un símbolo que sintetiza de manera extraordinaria la condición humana.
“Una de las múltiples influencias para mi serie de pirámides laberínticas o laberintos piramidales es la obra Questions of Space de Bernard Tschumi. En este estudio sobre arquitectura, Tschumi profundiza sobre la estrecha relación que existe entre la pirámide y el laberinto. Tschumi consideraba que la pirámide representa la mente racional y el laberinto simboliza el cuerpo irracional. Todo lo anterior, en relación a la arquitectura y la percepción del espacio. Intento en esta serie extender el concepto que existe del laberinto a través la metodología y la creación visual.
Ríos señaló, “Busco trascender las representaciones iconográficas y estructurales. Mi punto de partida es la mitología, los diseños y conceptos ecuménicos que vienen desde tiempos inmemoriales. El laberinto ha sido considerado por algunos estudiosos, como una geometría sagrada con múltiples significados. Tomo como punto de partida la complejidad geométrica de los laberintos medievales y barrocos, así como las estructuras intrincadas que he fotografiado y dibujado en Paquimé o Chan-Chan en Perú”.
Para estar en contacto con Ernesto Ríos, pueden hacerlo a través de las siguientes redes sociales:
Facebook Fan Page: https://www.facebook.com/ernestorios.1975
Instagram page: http://instagram.com/ernestorios_artist
Y Para mayor información sobre el artista o la galería donde actualmente expone visite:
www.ernestorios.com y www.annapappasgallery.com
QMX/oab