
El Papa necesita vacaciones/Felipe de J. Monroy
Las reformas aprobadas por el congreso en sesión extraordinaria deberían incidir por ejemplo, en el rubro de seguridad de inmediato en la vida cotidiana de los ciudadanos que, requieren coordinación efectiva entre las diversas instancias y no sólo de la élite militar.
La mayoría de los pendientes en torno a la inseguridad son preguntas: El nombramiento de las autoridades estatales será efectivo en sus resultados? La base de datos a utilizar es confiable, por ejemplo para la búsqueda de los desparecidos? Qué información compartirán las autoridades? Y la cuestión de la geolocalización generalizada?
La aprobación de las reformas del congreso de la Unión en la semana que termina, fortalecen la impresión que se trata de restaurar el Estado con muy amplias atribuciones para volver al pasado. Regresar al pasado para controlar el futuro, dirá George Orwell. Lo que es verdad es que se requiere por lo menos a corto plazo de una contención efectiva en la política de seguridad de la administración Sheinbaum.
En el rubro de telecomunicaciones es verdad que se requiere conocer las rutas, la información, la inteligencia en torno a la delincuencia organizada, por ejemplo. El problema radica en que (otro ejemplo) los programas de radio y televisión estarán expuestos al acoso del régimen político en torno a sus contenidos.
Y la reforma más importante por su peligrosa incidencia en el sistema político mexicano contemporáneo es en materia electoral, dadas las señales de gobierno de Morena para restaurar un sistema electoral cerrado que pueda cuajar su modelo de elecciones desde la secretaría de Gobernación, instancia que abandonó en 1989 en búsqueda de su autonomía constitucional del gobierno y los partidos.
El pretexto es la austeridad con que debe conducirse el Instituto Nacional Electoral, según la retórica del oficialismo. Se trata de una reforma que pretende involucrar un cambio profundo en el modelo electoral ya sin la representación proporcional (los plurinominales) como factor de equilibrio en la distribución del poder político.
Del Tintero.
La pretendida reforma electoral del gobierno de Morena busca volver al modelo previo a 1989 y tener sus instituciones, sin el balance que supone para la democracia constitucional la cuestión de los contrapesos, los órganos autónomos constitucionales, la división de poderes, para que las elecciones dejen de ser auténticas y por tanto, afirmar con el profesor, John Keane que, donde murió la democracia hubo sociedades apáticas.
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Daniel Adame Osorio.