Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
Thomas Hobbes propuso un concepto que hizo historia: la representación política individual. Hobbes se convirtió en el único gran teórico de la política que ofreció un completo y sistemático desarrollo de su significado. Tomada de diversos contextos de sentido, la noción de representación política consiste en que alguien puede hacer a otro presente en un lugar (el escenario, el gobierno) en el que éste no lo está, alguien lo vuelve a (re-) presentar en su persona. La salida del estado de naturaleza en la que se encuentran los hombres previamente a la instauración de una autoridad soberana requiere, en la construcción hobbesiana, que todos acepten autolimitarse de acuerdo a lo planteado por la segunda ley de la naturaleza: aceptar renunciar a determinadas facultades con el fin de buscar la paz, si los demás también lo hacen. Pero esto sólo tiene sentido en la medida en que exista un individuo que no se autolimite, que no tire la espada y no forme parte del pacto: ese uno es el soberano. Al no pactar, el soberano no está sujeto a las limitaciones de los otros y puede situarse por encima de ellos, quienes tampoco tienen facultad de reclamar o invocar ninguna ruptura del pacto por parte del soberano (salvo que se encuentren en peligro sus vidas). El soberano representa la persona y juicio de los súbditos, en virtud de la cesión que éstos realizan del derecho natural a todas las cosas que hasta entonces detentaban, quienes pasan a reconocerse como autores de todas las acciones realizadas por sus representantes. De esta manera, el acto de constitución de la representación política dio lugar a una entidad, que es una y universal a la vez: el estado. El estado es visto no ya como una entidad preestablecida, como algo dado, sino más bien como una entidad arbitraria, no natural, una institución formada a partir de la voluntad de hombres libres y racionales que optan por su constitución. En este sentido, es posible identificar tres estadios que hacen a la relación entre el estado y los individuos: una etapa previa en la que los hombres se encuentran en estado de naturaleza, el pacto al que llegan estos individuos voluntariamente y del cual se deriva la formación del estado. La teoría de la representación individual creada por Hobbes se transformó en la clave del edificio político moderno, al proporcionar una justificación para la obligación política que fuera independiente de la voluntad divina. Tal es así que hoy la enorme mayoría de los estados se presentan a sí mismos como gobiernos representativos. México es un partido de partidos regionales, ha dicho Don Pablo González Casanova y, el régimen del PRI ha formado el cuerpo del gobierno representativo mexicano. El lopezobradorismo y, su liderazgo personal es el mejor contribuyente a la restauración de la (antigua) hegemonía con dos ejemplos en 2023: En Coahuila, la candidatura de Manolo Jiménez Salinas ha restaurado la escuela de cuadros: calificado con altos estándares a su desempeño como presidente municipal de Saltillo y una notable carrera política local; en el Estado de México, un muy buen libro nos recuerda que el PRI mexiquense es la excepción del sistema político mexicano contemporáneo y, sus victorias para gobernador lo confirman en elecciones presidenciales de cambio político. Lo dicho: la construcción de las victorias para las oposiciones en Coahuila y Estado de México consisten (entre otras cosas) en el vigor y organización de actores locales agrupados en fuerzas electorales regionales en el contexto del acelerado desmembramiento del lopezobradorismo. Facebook: Daniel Adame Osorio. Instagram: @danieadameosorio.Twitter: @Danieldao1 |