Libros de ayer y hoy
Mediante la evolución política en las formas de gobierno y de democracia llegamos a los gobiernos aristocráticos y oligárquicos, en los que los pocos gobiernan sobre la mayoría, pero la sociedad tiene a su favor aparentemente que sus representantes y gobernantes son electos por ellos en forma periódica, lo que es distintivo de toda democracia.
Los comportamientos de los actores en la democracia también degradan el debate público como AMLO, al revelar el número telefónico de la periodista del diario NYT y, violar por tanto la ley de Transparencia y Protección de Datos Personales y no responder la carta enviada por la jefe de la corresponsalía del diario The New York Times, Natalie Kitroeff, sobre presuntos vínculos de su familia con el narcotráfico, como lo han publicado también Pro pública, Inside the Crime, Deutsche Welle y éste domingo de febrero 25, The Wall Street Journal (con la firma de Juan Montes) en torno al aumento de la inseguridad, la extorsión, la migración ilegal y, especialmente la política de abrazos del presidente y, la posible colusión de gobiernos locales con la delincuencia organizada.
Las acusaciones a los hijos del presidente en el rubro de corrupción lo tienen descolocado junto a la pérdida del control de la conversación pública que, no logra recobrar y, ha optado por la descalificación a todo adversario, lo mismo de la sociedad, la prensa y, eleva su retórica para colocar sus palabras y comportamiento por encima de la ley que, junto a sus reformas regresivas, forman el contexto hacia un régimen autoritario.
Su retórica es también muy agresiva en torno a la libertad de prensa y la libertad de expresión.
El presidente es observado fuera de sus cabales, subiendo el tono de su intervención en el proceso electoral y, descalificando a todo actor que se le oponga.
En lo externo, los ataques de las agencias y órganos de inteligencia lo tienen por igual descolocado, dado que esas agencias han provisto de información a los medios estadunidenses y no el gobierno del presidente, Biden. Aún no ha localizado AMLO y su equipo el actor que le envía esos mensajes desde el exterior y, corresponde a la sociedad evaluar y a la prensa, actuar en la plenitud de su libertad de expresión. El complot que acusa el presidente no es un argumento suficiente después de cinco años de gestión y de notable incapacidad de gobernar.
Del Tintero.
Los spots por iniciar junto a la campaña electoral constitucional, generarán una audiencia saturada en su impacto de las campañas, al mismo tiempo que el voto joven es abundante lo mismo que poco participativo y, capturarlo es el reto de las candidaturas presidenciales. Termina una semana muy tensa para AMLO y, conviene evocar a Tocqueville que, en la democracia en América sentenció que la libertad de expresión y la libertad de prensa deben defenderse no por los bienes que generan, sino por los males que, gracias a su desempeño contribuyen a impedir.
Facebook/LinkedIn: Daniel Adame Osorio.