
Genio y figura
El significado de la representación es el actuar con el mejor interés del público. En el reto de garantizar que los gobiernos funcionen precisamente con base en los intereses de la sociedad y no los propios o de sólo cierto grupo de interés, es que se realizan constantes reformas al Estado.
Después de la jornada electoral de 2024, los partidos de la corriente histórica (PAN y PRI) debieran utilizar la energía vocal de sus miembros, simpatizantes y, adherentes entre la sociedad mexicana, para hacer no sólo un análisis sino un debate público que los renueve, lo cual ya fue anunciado por la élite panista y, en sentido contrario, el PRI y su élite se refugian en el contrasentido de su génesis y, evolución en el sistema político mexicano contemporáneo, al ir con la reelección de su élite política.
En todo caso, renovarse debiera ser la tarea inmediata de los dos partidos de la corriente histórica para acceder a la crítica de los ciudadanos y, dirá la economía, ver una oportunidad en su crisis, primero para aceptar la realidad y, convertir su proceso en un espectáculo que jale la atención social, dado que hoy la nota del espectáculo en el mundo de la política lo lidera el oficialismo y adeptos contra el poder judicial.
Se trata de encabezar una coyuntura capaz de ver en su conflicto una casa donde las puertas y ventanas estén abiertas al debate interno por duro que sea y, convertirlo en un espectáculo útil a su proceso de evolución electoral y política.
Renovarse les permitirá un recorrido por el país con perspectiva de reagrupación y crítica.
A los dos partidos históricos les haría bien el debate interno y un espectáculo que los haga acceder y ganar por ejemplo los debates parlamentarios, ante la posibilidad de que el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le concedan al partido dominante lo que no dieron los votantes: mayoría calificada.
Del Tintero.
La elección presidencial de 2024, confirmó la idea que México es un presidencialismo sin mayorías y sin embargo, el oficialismo pretende forzar (otra vez) la restauración de un partido de Estado, auxiliado por las autoridades electorales.
Es un escenario que debiera convocar al PAN y al PRI a reagruparse y restaurar su credibilidad, dado que es verdad que el oficialismo violó la Constitución y las reglas de juego electoral y sin embargo, hay que preguntarse en torno a la estrategia y la campaña opositoras para reconocer la realidad e ir hacia su renovación auténtica en el contexto de la coyuntura crítica de la democracia en México.
LinkedIn/Facebook: Daniel Adame Osorio.
Instagram: @daniel.adameosorio