Visión financiera/Georgina Howard
@guerrerochipres
En la era del scanner, photoshop e Inteligencia Artificial parecería muy fácil ser una reputada psiquiatra, un millonario necesitado de amor o un célebre actor en busca de su próxima coestelar. Nadie duda. Las citas a ciegas pueden terminar en un rotundo fraude, aunque hay riesgos mayores conducentes a la bancarrota o consumo de medicamentos controlados.
A menudo se aceptan mentiras como válidas por una combinación de factores psicológicos, sociales y culturales. Los llamados sesgos de confirmación son una tendencia cognitiva para buscar, interpretar y recordar información que confirme creencias o expectativas preexistentes; lo contradictorio se ignora.
No hay razón aparente para dudar de la psiquiatra rodeada de colegas con más apariencia de modelos que de especialistas de la salud mental, junto con el título de Harvard y los reconocimientos laborales de las Universidades de Quántico y Oslo.
La era de la Inteligencia Artificial ha amplificado un fenómeno milenario: la charlatanería. Esa facilidad para acceder y manipular información digital ha permitido que personas sin competencias profesionales finjan ser expertos en diversos campos o suplanten profesiones a menudo con fines fraudulentos.
Ese fue el caso recientemente viralizado de Marilyn Cote, la doctora en neurociencia, neuropsiquiatría y neuropsicología, quien diagnosticaba, recetaba y prometía curar la depresión o ansiedad en menos de una semana. Todo era falso.
Como el de ella han sido descubiertos otros fraudes: el estafador de Tinder, acusado de engañar a varias mujeres a quienes conoció por la app de citas, con millones de dólares al hacerse pasar por un magnate atacado por sus enemigos con la urgente necesidad de un préstamo.
También el falso Brad Pitt, un defraudador de mujeres a quienes hacía creer que iba a producir una película de la cual la víctima podía ser socia o actriz. Solo necesitaban invertir.
Despertar ilusión como carnada. La esperanza de sanación para atraer a las y los más incautos. Factores para desactivar el más elemental sentido común y encontrar verosímil y aceptable todo aquello que se ajuste a las creencias preestablecidas.
Cuando se busca respuesta ante la incertidumbre las personas pueden ser especialmente vulnerables y confiar en quienes parecen tener poder o conocimiento, aunque sea producto del photoshop o estrategias más sofisticadas de la IA.
Escepticismo y denuncia son elementos para evadir y develar a las Cote o los Brad Pitt.