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Por Calos Cruz
MADRID, 15 de noviembre (Quadratín México).- La selección española, tal y como rezaban las declaraciones previas al partido, demostró no haber ido de paseo a Panamá y se impuso a los de Dely Valdés por un contundente 1-5.
Y es que La Roja salió con las pilas cargadas. Con Iniesta y Beñat junto a Busquets en el medio y Pedro, Mata y Villa como puntales, la orquesta debía sonar bien. Y así fue. Con acordes preciosistas a cada combinación de esos locos bajitos que tantos éxitos nos han proporcionado. Criterio, velocidad y profundidad fueron las señas de identidad del combinado nacional español.
Y así llegó el primer gol. Pedro e Iniesta combinaron a la velocidad de la luz obligando a los panameños a perseguir sombras y el canario, tras un excepcional control orientado, batió a Penedo de tiro cruzado.
Tras el gol, España no bajaba el pistón y demostraba sentirse muy cómoda sobre el terreno de juego. El segundo fue obra de David Villa. De nuevo Iniesta realizó una jugada antológica sobre la línea de fondo y sirvió el balón atrás para que Villa siga agrandando su leyenda con La Roja.
El asturiano es, sin duda, la mejor de las apuestas por el gol de este equipo. El tercero, antes de finalizar la primera mitad, tuvo de nuevo la firma de Pedro. Pase de tiralíneas del antaño olvidado Mata y definición de genio del canario. 0-3 y camino a vestidores con una sonrisa en la cara como fruto del trabajo bien hecho.
Y es que si estos jugadores se divierten en el campo, cualquier rival debería temblar. La segunda mitad dio para ver a nuevos protagonistas, incluido el dubitativo Markel Susaeta.
Navas fue un puñal en banda derecha trasladando a la selección el buen momento que está viviendo en Sevilla, Casillas y Ramos sumaron una internacionalidad más y el mencionado Susaeta debutó con la absoluta.
El encuentro bajó ligeramente la intensidad pero el dominio seguía siendo absoluto de los de Vicente del Bosque. Para cerrar la goleada, Sergio Ramos anotó un golazo de falta y Susaeta dejó su firma en el debut al rematar un pase de la muerte de Jesús Navas. Gabriel Gómez cerró en encuentro con un gol de penalti a lo Panenka para alegría del público local.
Así, La Roja volvió a demostrar que el fútbol español goza de una salud inmaculada y que el relevo generacional está garantizado manteniendo intacta la filosofía de juego. Panamá, por su parte, debe mejorar y mucho para poder llegar a competir en este tipo de partidos.
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