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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de noviembre de 2019.- Con 73 carros biplaza dio inicio la quinta edición de Retromobile 2019, la magna exhibición de autos antiguos en México, hospedada en el Centro de Exposiciones y Congresos (CEC) de la UNAM.
La muestra, organizada por la Federación Mexicana de Automóviles Antiguos y de Colección (FMAAC) y avalada por la Fédération Internationale des Véhicules Anciens (FIVA), rinde tributo a los binomios, a la velocidad, al piloto y su copiloto; hace una evocación a aquel trazado inicial del Autódromo Hermanos Rodríguez de la Magdalena Mixiuhca, explicó Luis Silva Gutiérrez, presidente de la FMAAC.
En la pole position del recorrido se ubican dos de los biplaza más longevos: un Ford A, de 1903 y un T 1912, de la misma marca, de 20 caballos de fuerza (hp).
Contrasta con los últimos Thunderbird 1955, 1956, de ocho cilindros. Atrapado en los 80, está el Rally AMX 1982, fabricado en México, un Rambler de volante amaderado donde aún no se acallan los ecos del glam, el pop y el new wave.
Con la mirada libre se alcanza a apreciar un Plymouth 1932 de elegancia imprescriptible. Los asistentes más jóvenes se imantan ante la sección de Ferrari, con el Testarossa de faros ocultos bajo el cofre, o el Daytona Spider 1967, justo para esta noche.
Una de las piezas endémicas la constituyen el MIDAS 1970, un diminuto carro de MINI, inglés, azul suave, como su carrocería de fibra de vidrio. Ya en esta gama compacta se encuentra el Sprite, un Austin Healey conocido como Ojos de sapo, por su faros saltones de 1960.
Sin una capa heroica se aprecia el FIAT 7, Turismo Veloce Trasformabile, que piloteó Blue Demon para la película Arañas Infernales, en 1966. En la recepción se muestra un Porsche 1974 Targa 911, alemán, gris, que resalta a sus dos pasajeros y, por si fuera poco, saluda al Sol. La elegancia indiscreta del Mercedes Benz 1967 230 SL es soberbia, auto verde y maduro sobre cuatro ruedas.
Uno de los más fotografiados: Jaguar 54, inglés, verde pistache, con habitáculo estrictamente para el cuerpo humano y unas gotas de perfume. O qué tal el Mercedes 300 SL Gullwing, del mismo año, coloquialmente conocido como Alas de Gaviota, por la apertura de sus puertas.
No podían faltar el Karmann Ghía, un 1958 de VW, cremoso, o su correligionario Porsche 1956, el primero fabricado en serie. Finalmente los testarudos MG Modelo A Coupé, 1960, para la protección de las volcaduras.
En el recorrido de un lustro en esta casa de estudios, Retromobile ha exhibido alrededor de 600 automóviles, y por vez primera se incluyeron dentro del salón creaciones universitarias de la Escudería UNAM Motorsports, de la Facultad de Ingeniería (FI), liderada por el académico e investigador Mariano García del Gallego.