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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de octubre (Quadratín México).- La gran incidencia de cáncer de mama en el mundo, el que genera una alta tasa de mortalidad, se debe a que el diagnóstico se hace en etapas avanzadas, y a que en algunos subtipos particulares, muy agresivos, las terapias no son eficientes, consideró Marco Antonio Velasco Velázquez, universitario que ganó el Fondo de Investigación para México que otorga el Instituto Científico Pfizer.
En consecuencia, se ha convertido en un problema de salud y mortalidad importante no sólo en México, sino en el mundo, incluso en los países desarrollados, donde sí hay métodos diagnósticos accesibles para la población y, por tanto, se detecta en etapas tempranas. En nuestra nación constituye la primera causa de decesos por neoplasias malignas en mujeres.
De acuerdo a su teoría, una de las razones por las que no existen herramientas para erradicar un tumor avanzado en pacientes con cáncer de mama, es el que no se ataca a una población de células malignas, pero otra permanece y es capaz de repoblarlo.
Por ello, Marco Antonio Velasco Velázquez, del Laboratorio de Farmacología Molecular de la Facultad de Medicina, estudia una subpoblación con características similares a las células troncales “normales” (llamadas madre o stem cells) y que en la actualidad no se ataca: las troncales tumorales.
En específico, su meta es determinar si una subpoblación de células de cáncer de mama que expresa un receptor denominado CCR5, tiene el fenotipo de célula troncal tumoral.
De resultar cierto, explicó el científico, las aplicaciones directas serían dos: la molécula CCR5 podría ser un marcador diagnóstico “para saber cómo le va a ir a una paciente en particular, porque se sabe que mientras más células troncales haya en un tumor, es más agresivo y menos susceptible a terapia”.
La otra, sería en el sentido del tratamiento: si esas células tienen ese receptor y éste juega un papel funcional para que sobrevivan, se reproduzcan o proliferen, “podemos bloquearlo con fármacos y, por lo tanto, esa terapia podría servir como adyuvante a las que ya existen”.
Por este trabajo, el universitario ganó el Fondo de Investigación para México en el área de Investigación Básica, que otorga el Instituto Científico Pfizer.
Para lograr su objetivo, en los próximos dos años, Velasco, los profesores asociados al laboratorio y sus estudiantes, medirán la actividad bioquímica, metabólica y funcional de la subpoblación de células cancerosas que expresan CCR5, y la compararán con las troncales normales y tumorales de otros tipos de carcinoma, de páncreas o próstata, por ejemplo.
Marco Antonio Velasco explicó que las células troncales tumorales en cáncer de mama se identificaron hace una década, y corresponden a una subpoblación dentro de los tumores.
Se trata de células cancerosas, pero con características de las madre; recientemente se ha demostrado que juegan un papel importante en la resistencia a la terapia y en las recaídas posteriores al tratamiento, así como en la formación de metástasis, una de las principales causas por las que las pacientes mueren, al diseminarse el tumor a otros órganos.
“Se conocen algunas rutas bioquímicas que definen a esta subpoblación celular, pero aún necesitamos identificar un mayor número de marcadores para diagnosticar cuál es el porcentaje de troncales en un tumor, y con base en eso, hacer un pronóstico para la paciente, así como para conocer cómo es que ellas presentan las características biológicas mencionadas: resistencia a la terapia, generación de nuevo del tumor y formación de metástasis”.
Hace un par de décadas, se identificó que receptores a quimiocinas (que funcionan en el organismo como moléculas que regulan la migración de células del sistema inmune hacia tejidos específicos), también son expresados en las tumorales.
Asimismo, que estas últimas, con los receptores, censan el ambiente específico de un tejido y pueden dirigirse a él en particular, es decir, están involucradas en el proceso de formación de metástasis. De manera más reciente, se identificó que algunos receptores a quimiocinas están expresados de manera preferencial en células con el fenotipo troncal.
“En estudios previos en mi laboratorio, identificamos que CCR5, un miembro de la familia de receptores a quimiocinas, participa en la formación de metástasis. Eso lo describimos para un subtipo particular de cáncer de mama llamado triple negativo, muy agresivo, e identificamos que no todas las células cancerosas tienen ese receptor, sino sólo una pequeña fracción”, relató el joven investigador
En trabajos pasados nos interesó caracterizar esa subpoblación porque pensábamos que podía ser responsable de la formación de metástasis. Demostramos que así es, y que la inhibición del receptor con un fármaco que bloquea su función es suficiente para evitar la diseminación del cáncer a otros órganos en modelos de ratón.
Varias características apuntaban a que este receptor también pudiera ser un marcador del fenotipo de célula troncal tumoral. Determinar si es así es el objetivo de la investigación premiada.
CCR5 es un receptor importante para que el virus de la inmunodeficiencia humana infecte Linfocitos-T y macrófagos. Por ello, las empresas farmacéuticas han desarrollado diferentes compuestos con actividad inhibitoria de ese receptor que actualmente se aplican en el tratamiento de infecciones por VIH.
“Esos y otros fármacos ya existen en el mercado y por lo tanto se puede echar mano de ellos para tratar de inhibir la propagación”.
Aunque, aclaró, en el proyecto financiado por Pfizer no se tiene contemplado hacer evaluaciones terapéuticas, sino estudiar la biología para decidir si en el futuro vale la pena hacer intervenciones farmacológicas para tratar de erradicar la población de células troncales con el uso de CCR5 como blanco.
El grueso del estudio se realizará en el laboratorio de Velasco, en la Torre de investigación de la FM, “pero tenemos colaboraciones con la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia, EU, donde se harán experimentos particulares de expresión de genes asociados al fenotipo troncal”.
El estudio se hace en modelos animales. “Quizá en la parte ulterior del proyecto pudiéramos tratar de corroborar nuestros hallazgos en muestras de tumores obtenidos de humanos, y saber si lo que vemos en cultivo y animales se reproduce en pacientes, pero sería en la última parte. Primero debemos identificar la funcionalidad de CCR5 y su capacidad para identificar células troncales tumorales”.
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