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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de abril de 2017.- De estúpido y tonto resintió la política Madeleine Albright, ex secretaria de Estado de EU, la idea de construir un muro entre México y la Unión Americana cuando Europa está tratando de tener fronteras abiertas.
En su visita a la Ciudad de México para sostener un diálogo público y abierto con el embajador Bernardo Sepúlveda Amor, Albright encontró por un lado el tema como algo ofensivo; por otro, un acto hostil contra México, además de asegurar que no llevará a ningún lado por varios factores.
Respecto a si será o no útil el muro que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende erigir, desde su punto de vista aseguró que será inútil, puesto que la idea de que va detener la migración es incorrecta; “hay aviones, barcos y otros medios de transportes que harán que el muro no sea nada útil para el propósito para el que fue diseñado”, recalcó al diplomático Sepúlveda.
Congreso de EU no apoyará idea
Ahora bien, un asunto adicional tiene que ver con el costo, la construcción de un muro en una frontera tan larga de más de tres mil kilómetros significa entre 21 mil a 25 mil millones de dólares, lo que se está hablando de recursos que se podrían aplicar de una mejor manera en otros sectores como salud, educación o de la vivienda, mencionó.
“Tengo la certeza de que el Congreso estadounidense no estaría muy feliz de tener un déficit de estos montos y volúmenes y aceptando proporcionar los fondos para la construcción del muro”, reiteró Madeleine Albright.
Aunado a lo anterior, vislumbró que un muro afectará la colaboración fronteriza entre los dos países, una de las aéreas más intensas del mundo a nivel laboral, comercial, de inversiones, turismo o en el número de cruces legales.
También, podría dañar al medio ambiente, pues expuso que no permitirá el desplazamiento de especies que no son humanas; “esto será un obstáculo.”
Aunque Albright está a favor de que se sepa quién entra y sale de los países, señaló que la discusión sobre el muro ha desviado la atención y se ha convertirlo en un símbolo de disgusto entre las sociedades de México y Estados Unidos.
Sin propósito ni en términos políticos
“Pienso que el muro es una demencia, una locura, realmente es algo de las cosas que tanto dañan, nada más pensarlo”, insistió en su critica la honorable política estadounidense.
Añadió que mucha gente viene de diferentes partes del mundo y tiempos; por ello, refirió la manera tan fea de separar la sociedad como se ha visto en los últimos tiempos al Muro de Berlín.
En cuestión migratoria y de deportaciones, dijo que el problema más trágico de una política es que considera a los refugiados y migrantes como un problema de seguridad nacional.
“Nuestros migrantes mexicanos y centroamericanos, legales o ilegales, representan un problema de seguridad para Estados Unidos, es la razón de la voluntad de reforzar no muy gentilmente la seguridad fronteriza”, comentó.
Personalmente, dijo que los migrantes y refugiados de México no son un problema de seguridad, sino lo que sucede es el factor del miedo y temerle a los extranjeros, y por la cuestión migratoria en este momento en Estados Unidos que es conocido por el imperio de la ley y el Estado de derecho, es más conveniente que los migrantes lleguen al territorio con documentos legales.
Quine fue la primera Secretaria de Estado de EU considera que debe haber una legislación migratoria integral y global, así como humanista, pues le resulta sorprendente ver las políticas migratorias y cómo funcionarán.
“Estados Unidos necesita mejorar su trato en relación con México, con las personas de Centroamérica, así como con los niños migrantes no acompañados”, remató.