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VILLAHERMOSA, 22 febrero (Quadratín México).- El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, le advirtió a su antecesor Andrés Rafael Granier Melo que tiene lo que resta de febrero para aclarar qué pasó con mil 900 millones de pesos que no se reflejan en ninguna parte de la entidad.
“Se lo robaron, fue un gasto político o ambas cosas”, denunció Núñez.
De acuerdo con el proceso de Entrega-Recepción, Núñez debió reportar las irregularidades y observaciones encontradas en la administración, mientras que el gobierno anterior tiene este mes de febrero como garantía de audiencia para aclararlo.
El problema es que “no todo es aclarable”, dijo Núñez y explicó que el problema es que el dinero no ha aparecido ese dinero, no se ve reflejado en educación, seguridad pública, protección civil, no se sabe a dónde fue destinado porque se transfirió a otra cuenta llamada concentradora, donde había recursos federales y estatales.
El gobernador tabasqueño reconoció que en ocasiones los gobiernos estatales y municipales que padecen alguna liquidez temporal, usan recursos federales para financiar programas locales y en cuanto les llega el dinero local reintegran el dinero federal, “hay una irregularidad, pero no se pierde el dinero”.
Núñez reveló que se tiene información de que el dinero era retirado de los bancos en cantidades no superiores a los tres millones de pesos para no alertar a las autoridades financieras que regulan movimientos que pudieran resultar sospechosas.
“Lo retiraban en efectivo, es lo que nos han dicho, incluso a mi secretario de Finanzas, algunos funcionarios del banco le dijeron que se había tardado en descubrirlo, dicen que mandaban unas camionetas de estas de transporte de dinero con seguridad y lo trasladaban a la Secretaría de Finanzas, donde el secretario actual se encontró no una caja fuerte, sino una bóveda bancaria, manejaban recursos líquidos de manera impresionante”, explicó.
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