Cerramos la etapa del institucionalismo neoliberal, considera Monreal
CIUDAD de MÉXICO., 23 de abril de 2108.- El Club de Periodistas de México fue la sede para la presentación del libro La Traición, caso Eva Cadena, de la periodista Claudia Guerrero, una obra que aborda la historia de la política veracruzana que fue acusada de recaudador dinero de #Morena y que tras meses de litigio, pudo comprobar su inocencia y que los señalamientos en su contra fueron parte de un montaje, de una trampa en la que estuvieron involucrados personajes del que era su partido.
La autora, periodista reconocida con el Premio Nacional de Periodismo y coautora de Sí merezco abundancia: crónicas de cinismo e impunidad de las primeras damas, expuso ante periodistas y público en general, que el libro destapa la red de corrupción y deslealtades existentes en el partido que postula como candidato presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
Para Claudia Guerrero, el desafuero y posterior regreso de Eva Cadena al congreso local, así como el linchamiento mediático de que fue objeto por parte tanto de Morena como del resto de los partidos, fue parte de una estrategia de grupos al interior de aquel partido para quitarse de encima a una política incómoda a sus intereses.
Por su parte, Eva Cadena expuso su interés de que el caso se aclare “porque a mí me acusaron y me sentenciaron en los medios, sin considerar mis argumentos y violentando todos mis derechos; por eso regresé a mi curul como diputada y por eso puedo mirar de frente a todo mundo, porque yo fui víctima de una trampa”.
La legisladora insistió en su breve mensaje que en Morena no son lo que dicen, que mienten, roban y manipulan a la gente que cree en ellos, y que ella representaba una forma distinta de luchar; “por eso me sacaron, por eso armaron este montaje, porque yo era alguien incómoda a sus intereses y porque los videos que editaron y que mandaron a publicar en la prensa, les sirvió para hacerse la víctima a costa de lanzarme a los leones y de sufrir una persecución que incluyó amenazas de muerte, secuestro de trabajadores y un intento de homicidio contra mi hijo”.
“Ahora puedo decir que todo esto que pasó no pudieron hacerlo Rocío Nahle y Amado Cruz Malpica sin el consentimiento de López Obrador; lo que les molestó es que yo me opuse siempre a que dijéramos una cosa en el discurso y que hiciéramos otra cosa en los hechos, y eso a ellos no les gusta”, finalizó.