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PARÍS, 6 de junio (Quadratín México).– En un partido largo y cambiante, la rusa Maria Sharapova se impuso por 6-1, 2-6 y 6-4 a la bielorrusa Victoria Azarenka y se metió a la final del Roland Garros.
En tanto, en un partido corto y predecible, la estadunidense Serena Williams derrotó por 6-0 y 6-1 a la italiana Sara Errani, con lo que consiguió el segundo boleto para la final del Abierto francés.
De esta manera, se dará una final soñada, en la que estará la campeona defensora del título y la raqueta número uno del mundo.
En su partido de este jueves, Sharapova tuvo un arranque demoledor, con parcial de 6-0 en la primera manga, pero Azarenka reaccionó, y después de no ganar ningún game al servicio en el primer set, pasó a enfrentar un break point en todo el segundo parcial.
Del otro lado, Sharapova seguía asumiendo riesgos, pero sin la fineza del primer set, lo que aumentaba la brecha de errores no forzados (10 contra tres de la bielorrusa) y evidenciaba sus problemas cuando debía recurrir al segundo servicio.
Set por lado, apareció otra de las protagonistas del torneo parisino: la lluvia. Una media hora después, Sharapova y Azarenka retornaron a escena y disputaron el más parejo de los tres parciales.
La rusa asumió el momento, buscó imponer el ritmo de los puntos y llevó su juego a números extremos: siete aces y siete dobles faltas; 22 winners y 22 errores no forzados.
Azarenka se mantenía a la expectativa, cediendo el protagonismo y persiguiendo la equivocación de la número dos del mundo.
Pero la búsqueda que acabó teniendo premio fue la de la rusa y, luego de dejar en el camino cuatro match points y hasta entregar uno de los dos quiebres de ventaja, cerró el partido tras dos horas y 10 minutos.
A su vez, Serena Williams, máxima preclasificada, doblegó con facilidad a Sara Errani, número cinco del mundo, por 6-0 y 6-1, en apenas 46 minutos de acción. Trigésima victoria de manera consecutiva para la norteamericana.
No hubo partido. Fue todo un monólogo de la estadunidense, que desbordó a su rival a pura potencia, lo que le bastó para hacerse del boleto que quedaba disponibles para la final del sábado.
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