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Las medidas españolas fueron adoptadas en medio de la crisis económica y europea y en el marco de los acuerdos de los ministros del Interior de la Unión Europea que acordaron endurecer las medidas de inmigración.
México, al igual que otros países latinoamericanos como Brasil, también mostraron su molestia y enojo porque España no admitía en sus aeropuertos a muchos de sus turistas de forma arbitraria.
Un ejemplo lo representa la señora Ana Patricia Goenaga, una mexicana de 51 años, viajó a España para visitar a su hija Marcela, quien fue operada de urgencia de apendicitis.
Al llegar al aeropuerto de Madrid, como no tenía Carta Invitación y boleto de regreso, fue llevada a la Sala de Inadmitidos, donde permaneció 22 horas encerrada, sin sus medicinas ni sus pertenencias. Además, policías fuertemente armados la trataron con brusquedad y la grabaron con cámaras de televisión.
Hasta ahora, la llamada “carta de invitación” consistía en un dossier en el que la persona que invitaba a su casa al turista extranjero tenía que aportar todo tipo de documentación, como su declaración de la renta, la escritura de la vivienda o un informe del presidente de la comunidad de propietarios del edificio entre otras cosas.
Así que, para que no exista agravio comparativo, ha decidido suavizar los requisitos de entrada también para los turistas de este país.
García-Margallo aprovechó su visita a la IV Cumbre de Jefes de Estado de la Alianza del Pacífico para mantener un encuentro con su homóloga, la secretaria de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos, la canciller Patricia Espinosa, en el que se abordó “la preocupación por los casos de ciudadanos mexicanos que sean inadmitidos en los aeropuertos de Barajas y El Prat”.
“Los turistas mexicanos que viajan a territorio español son altamente apreciados y bienvenidos”, señala el comunicado y que ambos gobiernos “reiteran su firme voluntad de encontrar una solución satisfactoria a los problemas que hayan podido producirse y que contribuyen a facilitar la entrada y tránsito de los turistas mexicanos, eliminando los eventuales casos de inadmisiones no cualificadas”.
Por eso, han decidido reunirse antes de que termine el mes de junio para “aclarar” y “flexibilizar” los requisitos de entrada en España. En concreto, han acordado “simplificar los requisitos relativos a la carta de invitación”, como ha ocurrido en el caso de Brasil.
Con los turistas brasileños –previsiblemente los mexicanos– bastará con que el turista diga el nombre de su anfitrión y su domicilio, sin tener que dar más datos o información.
De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la parte española reiteró su compromiso de velar por los derechos de los inadmitidos mexicanos y facilitar su acceso a la asistencia consular inmediata, así como a sus pertenencias.
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