Zedillo, el primero en visitar al Congreso fuera de un acto protocolario

CIUDAD DE MEXICO, 15 de enero (Quadratín México).- Pese a que los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD en el Senado calificaron como “inédita” la visita del presidente Enrique Peña Nieto al Congreso fuera de un acto protocolario, lo cierto es que fue en diciembre de 1994 cuando el entonces primer mandatario, también emanado del PRI, Ernesto Zedillo Ponce de León, cambió las formas en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.

En un intento por encontrar el respaldo del Legislativo a su mandato, en el marco del Levantamiento Armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la crisis suscitada por el llamado “error de diciembre” y, claro, el asesinato del que fuera candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, Ernesto Zedillo se presentó en el Congreso.

Incluso, Ernesto Zedillo acudió a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en búsqueda de acuerdos con los partidos de oposición.

La M en C. Georgina Lozada Gómez del Campo difundió, a través de las redes sociales, un discurso que, refiere, emitió el presidente Zedillo “7 de diciembre de 1994.

Durante un desayuno que le ofrecieron los miembros de las tres fracciones parlamentarias que integran la LVI Legislatura del Senado de la República, el Jefe del Ejecutivo Federal se reunió con integrantes de dicho cuerpo legislativo, en la sede de la H. Cámara de Senadores, en Xicoténcatl y Donceles, de la ciudad de México”.

En tanto en la página web Memoria Política de México (http://memoriapoliticademexico.org/Efemerides/9/01091917.html) se cita:
“Tras el levantamiento armado de enero de 1994, el asesinato de Luís Donaldo Colosio y el estallido de la crisis económica de diciembre de ese año, el presidente Ernesto Zedillo decidió modificar ciertas prácticas del Poder Ejecutivo en su relación con el Poder Legislativo.

“ Apenas iniciada la segunda semana de su gobierno, el 6 de diciembre de 1994 acudió, tras ser invitado por el PRD, a la Cámara de Diputados. Esa presencia marcó un hito en la historia oficial moderna del país al celebrarse una primera reunión entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo en pleno, fuera de los informes de Gobierno. Lo mismo hizo en la Cámara de Senadores el 7 de diciembre de 1994, e incluso fue a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal el 10 de diciembre de 1994.

“En 1995, al cumplirse el primer año de su gobierno, el presidente Ernesto Zedillo anunció que su informe sería un mensaje cuyo tiempo no rebasaría la hora. La modificación de la ceremonia y de sus aspectos paralelos fue de fondo. Se canceló la salutación después del Informe. Se canceló, de igual modo, el recorrido en auto descubierto y se eliminó el día feriado obligatorio haciendo que todas las dependencias públicas trabajaran como cualquier día hábil”.

Es de señalarse que el discurso del presidente Ernesto Zedillo, difundido a través de internet por la M en C Georgina Lozada Gómez del Campo, se dio en el marco del denominado “nuevo federalismo”, con lo que se destacó:

“Honorables legisladores de la Cámara de Senadores: es muy grato reunirme con los integrantes del Senado de la República, agradezco de la manera más sincera, su invitación para dialogar con ustedes, en esta antigua casona de nuestro federalismo.

“Como ustedes saben, el día de ayer tuve la oportunidad de reunirme con los miembros de la Cámara de Diputados, reunión que fue muy fructífera, pues inauguró una relación, una nueva relación de respeto, diálogo e intercambio, que estoy seguro sabremos todos cultivar.

“Quiero subrayar, que durante mi gobierno, si ustedes me lo permiten, sostendré un diálogo respetuoso, permanente, con esta Cámara de nuestro Congreso.

“Al iniciar una relación nueva, más intensa y respetuosa entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, contribuimos, sin duda, al fortalecimiento de nuestra democracia y a un mejor equilibrio entre los poderes.

“Hoy, la sociedad mexicana, exige que el orden político, expresado en la legalidad, el pluralismo y la participación social, sea el eje de nuestra vida pública… exige que ese orden político comprenda enaltecer el Estado de Derecho; afianzar la división de poderes; el estricto cumplimiento de las atribuciones constitucionales del Ejecutivo; el fortalecimiento del Legislativo y la reforma integral del Poder Judicial… exige que ese orden político imprima un nuevo aliento a nuestro federalismo; impulsando los órdenes municipal y estatal, sin mengua de las responsabilidades del Gobierno Federal.

“Pero convendrán ustedes, señores senadores, que la discusión del nuevo federalismo, no puede ser una discusión parcial, tiene que ser una discusión donde se revisen todos los aspectos de las relaciones entre los distintos órdenes de gobierno, entre los distintos poderes”.

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