Morenistas, enterradores de democracia: Noemí Luna
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de octubre (Quadratín México).- La pura destrucción y reciclaje de todo el desperdicio que significa la documentación electoral que se generó durante las elecciones del 2006 y del 2012 costará al contribuyente mexicano, a través del Instituto Federal Electoral, 5.1 millones de pesos.
De acuerdo con el consejero electoral Marco Baños, las dos mil 400 toneladas de votos válidos, nulos, boletas sobrantes y listas nominales que serán trituradas permitirán que el órgano electoral recupere solo 10 por ciento del total de los gastos que se destinará para todo el proceso.
Baños agregó que durante los próximos días cada uno de los 300 consejos distritales, así como las 32 juntas locales en las que se encuentran las boletas de ambos comicios, comenzarán con el protocolo a fin de identificar a las empresas recicladoras.
“La destrucción se hará en las cabeceras de los consejos distritales por lo que se refiere a los paquetes de 2012, mientras que los de la elección de 2006, que están concentradas en bodegas que fueron arrendadas de manera específica, serán destruidos en las capitales de los estados”, puntualizó.
Baños recordó que durante los últimos años las boletas que corresponden a 2006 fueron almacenadas luego de haber sido objeto de cerca de mil impugnaciones y solicitudes de información a través de diversos organismo a nacionales e incluso internacionales.
Por lo que ante los elevados costos para mantener las boletas en resguardo durante el desahogo de diversos litigios, antes de que concluya noviembre serán trituradas, compactadas y recicladas.
Asimismo, señaló que aun cuando el PRD apele ante el Tribunal Electoral, el proceso seguirá y solo en caso de que la sentencia sea contraria, podrá detenerse.
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