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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de agosto de 2018.- El Gobierno de la Ciudad de México firmó un Convenio Específico de colaboración entre la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para conjuntar esfuerzos en el desarrollo de proyectos de ciencias atmosféricas y de calidad del aire en la CDMX.
El Jefe de Gobierno de la CDMX enfatizó la sinergia que se produce entre ambas instituciones, universidad y gobierno, para generar políticas públicas de calidad, con base en conocimiento científico; así como la gran responsabilidad que, como gobierno, se tiene al utilizar los recursos del Fondo Ambiental Público (FAP) en la adquisición de tecnología de punta, como lo es el Gas cromatography mass spectrometry/Thermal Desorption Aerosol-Gas, GCMS-TAG, recientemente adquirido, y con un costo de 5 millones de pesos.
De acuerdo a un comunicado, la titular de Sedema, Tanya Müller, explicó la importancia de conocer la composición de las partículas finas, pues gracias a este instrumento, también se podrá saber cuáles son sus fuentes de emisión, los procesos de transformación en la atmósfera y los riesgos para la salud humana.
Esta información servirá para diseñar políticas públicas eficientes que, además de favorecer al medio ambiente, protegerán la salud de la población.
La contaminación atmosférica representa uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. La Organización Mundial de Salud (OMS) ha instado a los gobiernos de los países y ciudades a redoblar esfuerzos para mejorar la calidad del aire.
El rector de la UNAM, el doctor Enrique Graue, destacó la importancia de este convenio como: “un reconocimiento de que las decisiones de gobierno deben tomarse con base en la evidencia científica”.
Señaló que éste es un día para conmemorar, pues se muestra que Ciencia y Gobierno deben trabajar de la mano para poder aspirar a un futuro mejor.
La Ciudad de México ha sido considerada, tanto por organismos internacionales como por la comunidad científica, como un caso de éxito en el combate contra la contaminación.
Dicho éxito se ha logrado gracias a las acciones implementadas en diversos sectores, no obstante, la CDMX aún presenta retos y preguntas que requieren la participación de la comunidad científica para identificar soluciones efectivas y novedosas.
Es por ello que, durante esta administración, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Sedema ha desarrollado una estrecha colaboración con el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM (CCA-UNAM), para contribuir en la generación de información y conocimiento y, con ello sustentar políticas públicas eficaces que contribuyan a reducir la contaminación atmosférica.
Esta colaboración considera que dicho centro de estudios pueda utilizar instrumentos, propiedad de Sedema, como el recién adquirido equipo de cromatografía de gases con detector de masas acoplado a un sistema de desorpción térmica para aerosoles-gases (Gas cromatography mass spectrometry / Thermal Desorption Aerosol-Gas, GCMS-TAG), que permite analizar, con gran resolución temporal, compuestos orgánicos de origen primario y secundario presentes en las partículas suspendidas.
Dicho equipo, es único en su tipo en nuestro país y contribuirá a generar información sobre el origen de los compuestos orgánicos presentes en las partículas finas, así como de los procesos químicos que se presentan en la atmósfera de la Ciudad de México, tal como lo explicó la titular de Sedema.
Con este equipo y la colaboración de la UNAM, la siguiente administración contará con información que nunca antes se había generado para el desarrollo de políticas públicas del siguiente sexenio (2018–2024).
Esto es tan sólo un ejemplo de que la colaboración entre la Sedema y el CCA-UNAM, además de enriquecer el conocimiento científico, contribuye a definir políticas públicas eficaces para el control de la contaminación de la CDMX.
Con estas acciones, el Gobierno de la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente y la Universidad Autónoma de México refrendan su compromiso por reducir la contaminación atmosférica, a través de políticas innovadoras, que permiten desarrollar el conocimiento científico y, sobre todo, proteger la salud y el medio ambiente de sus pobladores.
Decisiones de gobierno, con base en evidencia científica: Graue
El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, signó un convenio de colaboración con el Gobierno de la Ciudad de México, por el que ambas instancias acordaron sumar capacidades técnicas y científicas para realizar investigaciones en ciencias atmosféricas y de la calidad del aire.
De esta manera, el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la Universidad operará el equipo especializado, conocido como TAG-GC/MS (Thermal Desorption Aerosol Gas, acoplado a un cromatógrafo de gases-espectrómetro de masas), que caracteriza los compuestos orgánicos de origen primario y secundario de las partículas suspendidas, causantes de efectos adversos a la salud y que contribuyen al cambio global del clima.
El objetivo del convenio es contribuir a generar políticas públicas que protejan la salud de la población y de los ecosistemas, por lo que el gobierno capitalino dio en comodato a la Universidad el equipo, único en su tipo en México y América Latina, y el quinto en operación a nivel mundial, y que está instalado en el Laboratorio de Especiación Química de Aerosoles Orgánicos Atmosféricos del CCA.
El rector Graue expuso que se trata de una tecnología de vanguardia que ayudará a analizar fracciones de partículas de las que se desconoce su composición, a fin de saber cuáles son dañinas y elaborar políticas públicas para su control.
“La firma del convenio es, sobre todo, un reconocimiento de que las decisiones de gobierno deben tomarse con base en evidencias científica. Refleja que debemos trabajar de la mano ciencia y gobierno para aspirar a un futuro mejor”, subrayó.
En su oportunidad, José Ramón Amieva, jefe del gobierno capitalino, indicó que el equipo ayudará a caracterizar las micropartículas contaminantes, que por su tamaño llegan directamente a los alvéolos y afectan la salud, desde que el individuo está en el vientre materno y hasta la vejez.
El TAG-GC/MS fue adquirido con recursos del Fondo Ambiental Público. “Qué mejor que dejarlo en esta institución académica, en donde los expertos dedican su vida a generar condiciones de mejor habitabilidad en el país”, agregó.
La secretaria de Medio Ambiente del gobierno local, Tanya Müller, explicó que las partículas finas PM2.5 representan alrededor del 50 por ciento de la masa total de las partículas PM10 en la zona metropolitana del Valle de México. Y aunque en esta administración se inició su caracterización y se sabe que ocho por ciento son carbono negro y 33 por ciento fracción inorgánica, aún se desconoce la composición química del otro 59 por ciento de las partículas.
La funcionaria añadió que aunque la Ciudad de México tiene niveles de PM2.5 menores que Monterrey, Toluca, Salamanca, León, Irapuato y Silao, la reducción de éstas es una prioridad.
“Es necesario contar con información y conocimiento de las fuentes de emisión primaria, los procesos de formación de partículas secundarias, cómo son las partículas finas, y con base en este conocimiento diseñar, implementar y mejorar programas y políticas públicas”.
En su oportunidad, la directora del CCA, Telma Castro, comentó que desde la década de los 80 la entidad universitaria a su cargo –líder en México en estudios de la atmósfera– ha colaborado con las autoridades locales y federales en la solución de problemas relacionados con el clima, fenómenos hidrometeorológicos, contaminación atmosférica y salud.
Entre los proyectos efectuados con el gobierno de la Ciudad de México se pueden mencionar: “Composición química de la lluvia”, “Determinación de la columna de gases atmosféricos (formaldehido, amoniaco y NOx” y “Composición química de compuestos orgánicos presentes en aerosoles atmosféricos”, lo que ha permitido la instalación de equipos en dos laboratorios del CCA.
El convenio, prosiguió, contempla también el intercambio de información de monitoreo de variables atmosféricas, del estado de la calidad del aire y hacer públicos los datos, tanto en plataforma de la Secretaría del Medio Ambiente local, como del Centro de Ciencias de la Atmósfera.
A la firma del acuerdo asistieron el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, William Lee Alardín; la directora general de Gestión de Calidad del Aire del gobierno capitalino, Beatriz Cárdenas González, así como directores de diversos centros e institutos de la Universidad Nacional y funcionarios del gobierno de la CdMx.