Capturas en Edomex, contra red de apoyo municipal a delincuencia: SSPC
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de octubre de 2018.- La política en materia turística de la nueva administración debe impulsar proyectos que reduzcan la pobreza, la desigualdad, el rezago social y la marginación, propone un análisis realizado por la UNAM y la Universidad Anáhuac de México.
En el estudio Turismo y desarrollo social: nuevas razones de Estado para una política turística, José Casar, del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de esta casa de estudios, y Francisco Madrid Flores, director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac, consideraron la necesidad de una partida presupuestal dedicada a enmendar deficiencias de infraestructura en los destinos turísticos, a fin de detonar otros proyectos con orientación sostenible.
En Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, plantearon crear un instituto mexicano de tecnologías e innovación, que genere conocimiento y modelos disruptivos; además, hablaron de la necesidad de revisar los sitios turísticos que han llegado al tope de su desarrollo y cuáles necesitan ser impulsados, mediando el respeto por los recursos naturales y el beneficio real para la sociedad.
En 2017, el turismo mexicano ocupaba directamente a 3.7 millones de personas, y de 2012 a 2017 creó, en promedio, 140 mil nuevos puestos de trabajo cada año.
Si bien nuestro país es el sexto a nivel mundial por el número de turistas nacionales e internacionales, y el décimo quinto en ingreso de divisas por visitantes internacionales, quienes viajan por nuestro territorio gastan poco porque no les ofrecen opciones para que permanezcan más tiempo, así como por los altos niveles de inseguridad, subrayaron los investigadores.
Además, refirieron que según el reporte 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 44 por ciento de los 233 municipios considerados turísticos se encontraban en condiciones de severo rezago social.
“El turismo por sí solo no resolverá estos problemas, pero las contribuciones que se hagan para su solución, en particular en las zonas más rezagadas, es sustancial”, expuso José Casar.
El documento se presentó en el marco del Foro Turismo y Desarrollo Social, en donde Daniel Chávez, presidente del Grupo Vidanta, manifestó su preocupación por el panorama poco alentador: la gente alrededor de los complejos turísticos vive en pobreza, y son caldo de cultivo para la delincuencia.
“No sólo se debe hablar de cómo construir más cuartos de hotel, sino de cómo ofrecer una industria limpia y sustentable… El turismo es una gran industria que tiene cáncer en muchas áreas”, resaltó.
Jorge A. Schiavon, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Enrique Provencio, del PUED; y Carlos Alba Vega, de El Colegio de México, coincidieron en que el sector turístico requiere desarrollo social y ambiental para evitar la destrucción de los recursos.
Se deben localizar y promover nuevos proyectos que impacten de forma real y palpable en las zonas aledañas a los desarrollos turísticos, con carreteras, agua, electricidad y servicios sanitarios en regiones afectadas por la pobreza.
Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo propuesto para el periodo 2018-2024, reconoció que esta industria enfrenta nuevos desafíos, como el agotamiento o mejora de los servicios actuales.
Silvia Giorguli Saucedo, presidenta de El Colegio de México; Rolando Cordera Campos, coordinador del PUED; Jimena Moreno, secretaria general del CIDE; Roberto Russell, presidente de Fundación Vidanta; y Sonia Barnetche Frías, vicerrectora académica de la Universidad Anáhuac México, celebraron la propuesta de revisar la industria turística.
“Tenemos que hacer un esfuerzo por esclarecer que el crecimiento no debe entenderse como un proceso de depredación de los recursos naturales, físicos ni humanos. Se deben combinar visiones de protección del entorno y cuidado de la naturaleza”, concluyó Cordera Campos.